“El protocolo de atención para oncológicos está compuesto por 32 medicamentos y el problema es que se abastecen de unos y se tienen en cero otros, como no todos utilizan el mismo protocolo necesitamos que estén disponibles todos los productos para que los pacientes tengan acceso a la Salud”, indicó la defensora de la Salud del Procurador de los Derechos Humanos (PDH), Zulma Calderón, que ha mantenido un monitoreo constante en el Hospital General.

En inspecciones efectuadas por personal de la PDH se ha constado que periódicamente hacen falta entre 9 y 15 productos. Plaquitaxel, Leucovorina, Cisplatino, Doxorrubicina y Bleomicina se cuentan en la lista de desabastecimiento.

Debido a esta situación, muchos pacientes se han visto en la necesidad de comprar los fármacos para no suspender el tratamiento, pero quienes no cuentan con los recursos no tienen otra opción que esperar. 

Elith, por ejemplo, necesita Leocarin. Según su hija, Michel Vargas, le han dicho que requiere de 14 frascos -cada uno con un precio de Q168- para aplicarle una quimioterapia. Sería la primera de varias que necesita. 
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“El 28 de septiembre mi mamá salió del hospital, y ahora necesita quimioterapia. Le han puesto tres citas, pero no le han puesto el tratamiento porque no hay medicamento”, indicó Vargas.

El jueves 25 llegó a consulta, estuvo en la baca por más de tres horas y nuevamente le dijeron que no tenían el tratamiento que ella requiere y que la médico no llegaría ese día, así que le dejaron cita para el 13 de noviembre.

En el área de oncología del Hospital San Juan de Dios esta es una constante desde febrero, indicó Marta Quiñonez, quien realiza un trabajo de voluntariado en el lugar. “No es justo que nos digan que no hay esto o lo otro. Cuánta gente no ha recaído o ha muerto porque no hay medicina”, dijo con pesar y con una lista en la mano conteniendo los nombres de pacientes que se han visto afectados por esta situación.

Una lucha por vivir

En el Sistema de Salud pública dos son los hospitales que dan quimioterapia, el San Juan de Dios es uno de ellos. Los martes y jueves son los días en los que el área de oncología se llena de pacientes, pero desde hace dos meses muchos han tenido que regresar a casa sin recibir el medicamento, indicó Quiñonez. En el sector privado una sesión del tratamiento puede costar Q6 mil, la más económica, según reporte de la PDH.

“La gravedad por el tema de desabastecimiento corresponde a que los tratamientos deben ser cada 21 días, tenemos que garantizar que esos ciclos se cumplan en la temporalidad que estamos hablando porque si no el paciente pierde la respuesta al medicamento, y en este caso con enfermedades tan graves y agresivas, como el cáncer, pueden perder la batalla”, manifestó Calderón, quien agregó que hay un amparo provisional otorgado en marzo pasado el cual obliga al Ministerio de Salud a garantizar la atención a los pacientes oncológicos, y que se les brinde un tratamiento integral.  

Mientras Elith espera que el medicamento llegue para que la sometan a quimioterapia, hay otros pacientes que a esa penuria suman que en el Hospital General no se están haciendo tomografías, un examen necesario para diagnosticar cáncer y también para averiguar si los tratamientos funcionan o se debe cambiar el tratamiento. Quiñonez dice que este servicio no se presta desde hace cuatro meses y es indispensable para poder someterse a radioterapia.

Los oncológicos han tenido que enfrentar otro problema, en ocasiones se les han aplicado medicamentos que les provoca alergia, una situación que va amarrada con la baja calidad de los productos, refiere la voluntaria. Un tema que, de acuerdo con la representante de la PDH, también es una lucha constante.

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Debido a que el Hospital San Juan de Dios, ni tampoco el Roosevelt, que es la otra institución del Ministerio de Salud que atiende a pacientes con cáncer, no cuentan con máquinas para hacer radioterapia -procedimiento basado en el empleo de radiación ionizante para destruir las células cancerosas-, las personas que la necesitan son referidas al Instituto Nacional de Cancerología (Incan), donde deben esperar días y hasta semanas para que les realicen el tratamiento. 

“El Ministerio de Salud le traslada al Incan Q22 millones por dar radioterapias; con eso, bien puede buscar otros servicios que igual presten el tratamiento a los pacientes. Eso es lo que está planteado en el amparo”, señaló Calderón.

El director del San Juan de Dios, Edwin Bravo, manifestó que se ha dado la orden de comprar los medicamentos, pero se han encontrado inconvenientes, como que los proveedores no tienen en existencia el producto solicitado o no quieren ofertar, pues presupuesto para adquirirlos sí hay. Otro inconveniente es que los médicos en las clínicas no giran a la administración la orden del tratamiento que los pacientes requieren. “Si no recibo la nota, no sé qué debo comprar”, indicó.

También señaló que hay facultativos que no quieren usar los fármacos que se tienen en existencia.

Según Bravo este es un tema que se supervisa constantemente y harán una revisión con el reporte de la PDH para solicitar los medicamentos que hacen falta.

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