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Grietas en el viaducto de Lomas del Norte se multiplican y aparecen cavernas en la estructura

Ocho meses después de que se reportaron grietas en el viaducto de Lomas del Norte, el daño se ha agravado: ya hay cavernas visibles y persiste el riesgo estructural.

Grietas profundas y cavernas visibles en el viaducto de Lomas del Norte evidencian el avance del deterioro estructural. (Foto Prensa Libre: Kimberly Solares)

Grietas profundas y cavernas visibles en el viaducto de Lomas del Norte evidencian el avance del deterioro estructural. (Foto Prensa Libre: Kimberly Solares)

El deterioro del viaducto de Lomas del Norte, en la zona 17, se ha agravado a más de ocho meses de que Prensa Libre documentara, el 12 de diciembre del 2024, la aparición de grietas y fisuras en la estructura.

La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) realizó evaluaciones en 2018 y en el 2024. En esta última advirtió que se trataba de una situación urgente, por lo que se requería intervención y reparación inmediata.

Ahora se ha convertido en un riesgo mayor: las grietas han aumentado en tamaño, profundidad y extensión, e incluso ya se observan cavernas en algunos puntos.

Al ser consultado, el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda aseguró: “Covial lo está viendo y la otra semana una empresa comenzará con el mantenimiento, mientras se contrata a través de la Ley de Infraestructura Prioritaria”.

Sin embargo, en la práctica, el deterioro continúa avanzando y las acciones correctivas aún no se materializan en el sitio. Únicamente se ha restringido la circulación de vehículos en el carril más comprometido, que va de norte hacia el centro.

Vecinos de las colonias cercanas, quienes a diario circulan por el viaducto, expresan su preocupación.

El incremento de las grietas es señal de debilitamiento estructural que podría comprometer la estabilidad de la obra.

Se recomendó restringir el tránsito de vehículos de carga hasta que se ejecuten las reparaciones; sin embargo, estos siguen pasando por la parte superior de la infraestructura, lo que genera mayores vibraciones.

Esto, sumado a la falta de mantenimiento preventivo y a la lentitud de la respuesta institucional, pese a la advertencia de Conred desde hace siete años, ha convertido esta obra en un punto crítico de riesgo.

Este viaducto se encuentra en el kilómetro 6.5 de la ruta al Atlántico, clave para la movilidad entre las zonas 6, 17 y 18 de la capital, y conecta con el norte del país.

Según estimaciones, por este tramo circulan a diario entre 100 mil y 125 mil vehículos, en su mayoría transporte pesado que se dirige a las fronteras con México y Belice, así como a la terminal ferroviaria en Puerto Barrios, Izabal.

Por lo tanto, su cierre o colapso tendría un impacto significativo en el tránsito de miles de automovilistas.

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ESCRITO POR:

Andrea Domínguez

Periodista de Guatevisión con 9 años de experiencia especializada en historias humanas, comunitarias y política. Premiada como periodista del año en Prensa Libre, Héroes del Cambio, APG y Organizaciones de Mujeres. Becaria de la Agencia Israelí para la Cooperación Internacional.

César Pérez Marroquín

Periodista de Prensa Libre especializado en temas políticos y de medioambiente con 25 años de experiencia.