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Ruido en Guatemala: Este es el factor que más denuncian los guatemaltecos por contaminación sonora

El 90 por ciento de las denuncias se presentan en contra de iglesias protestantes.

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Las bocinas de vehículos o las instaladas por comercios o entidades en la
vía pública son las más molestas para los transeúntes. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Las bocinas de vehículos o las instaladas por comercios o entidades en la vía pública son las más molestas para los transeúntes. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Las causas de contaminación por ruido urbano tienen origen en las actividades comerciales, de construcción y de ocio. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud y el Banco Mundial, el monitoreo ambiental del ruido debe realizarse por 24 horas en áreas aledañas a los entes emisores de ruido. Para un sector industrial, el ruido debe ser menor a 70 decibeles (dBA), para el sector residencial debe ser menor a 55dBA en el día y a 45dBA en la noche.

Esto se debe a que una exposición prolongada al ruido superior a los 80 decibelios puede significar el inicio de la pérdida auditiva permanente. El ruido extremo puede dañar las células sensoriales del órgano de Corti, el cual se encuentra ubicado en la cóclea —en el interior del oído— y es responsable de generar los impulsos nerviosos enviados al cerebro que los procesa como los sonidos externos que percibimos.

Similar al tema de las micropartículas contaminantes suspendidas en el aire, en lo referente al control de ruido, no hay mayor seguimiento, menos regulación, más que la normativa que pueden crear las municipalidades. En el caso de la capital, la unidad de Medio Ambiente de la Municipalidad de Guatemala regula solo lo referente al sonido generado por cualquier tipo de actividad que incomode a los vecinos.

Bajo el amparo del acuerdo municipal COM-2-2012, la referida unidad recibe 400 denuncias en promedio al año relacionadas con la contaminación del aire, de las cuales el 60 por ciento se refiere al ruido, principalmente proveniente de bocinas utilizadas en diversas actividades sociales y comerciales.

De esas denuncias, 90 por ciento de quejas van en contra de iglesias protestantes, principalmente. Eso ha requerido acercamientos por parte de la comuna con asociaciones de pastores y de congregaciones de esa denominación religiosa para llamar la atención a que hagan conciencia entre sus agremiados a mantener regulado el volumen, de manera que no perjudique la convivencia en el vecindario donde se ubican, explica María José Avendaño, directora de Medio Ambiente de la municipalidad capitalina.

Para el uso de megáfonos o equipos de sonido expuestos al público es preciso contar con licencia de sonido, con vigencia de un año, extendida por la Municipalidad de Guatemala sin costo. Los interesados deben cumplir con los requisitos solicitados, como contar con un estudio de impacto ambiental, aprobado por el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales; autorización para la apertura del establecimiento respectivo, extendido por la Unidad de Control Territorial de la comuna; permiso de derecho de autor, aprobado por el Congreso de la República para la actividad comercial —las iglesias están exoneradas del mismo—.

El seguimiento que se le da a las denuncias lleva un procedimiento de inspección en el lugar, medición externa de los dBA emitidos, solicitud de permisos y licencia de sonido, la cual, comúnmente, no la tienen.

Se prepara un reporte técnico, y son pocos los establecimientos con los que se logra llegar a un acuerdo, la mayoría suele trasladarse al Juzgado de Asuntos Municipales, el cual les hace una citación para dejar todo conforme a la reglamentación. Si no se resuelve, se emite multa por el incumplimiento, según el criterio del juez.

“En el 2021, llevamos a cabo una campaña de concienciación del ruido, la cual incluyó presentaciones al respecto en las instituciones religiosas mencionadas, para hacerles ver lo que dicta el reglamento específico”, comenta Avendaño.

Los niveles de sonido tolerables al impacto del oído humano son de 65 dBA en el día, entre 8 y 22 horas; de 40dBA para la noche, comprendido de las 22 horas a las 8 del día siguiente. Los vehículos de promoción no deben pasar de los 80dBA.

La denuncia

Para colocar una denuncia, como primer punto, se debe dirigir a la alcaldía auxiliar del sector. Los promotores se encargan de hacer la visita de campo en la dirección de la denuncia, documentan el expediente respectivo de forma escrita, con fotografías y video. Si procede, se traslada al Juzgado de Asuntos Municipales, el cual procede con las citaciones respectivas, según el caso.

Prensa Libre preparó para usted este Interactivo: Una radiografía del aire que respiramos en Guatemala (y por qué estar preocupados)