Portillo se encuentra en el Centro Correccional Metropolitano, en el corazón de Manhattan, desde finales de mayo. Extraditado el 24 de mayo a Estados Unidos, el ex presidente enfrenta cargos de conspiración para lavar US$70 millones -Q555 millones- de las arcas públicas guatemaltecas a través de cuentas bancarias estadounidenses.
Portillo se encuentra en la misma prisión que Horst Walther Overdick-Mejía, el presunto narcotraficante guatemalteco considerado un enlace clave entre productores colombianos de cocaína y el cartel mexicano de Los Zetas.
El proceso judicial contra Portillo sufre retrasos después de que sus abogados solicitaran la semana pasada un aplazamiento de tres semanas para presentar sus mociones antes del juicio, algo a lo que accedió el juez Robert Patterson de la corte federal de Manhattan. Una moción es una propuesta presentada ante la corte para que el juez decida sobre un tema o aspecto específico del caso y quede establecido así antes del juicio.
“Debido a la complejidad de los temas y debido al significativo volumen de pruebas que fueron ofrecidas a la defensa el 30 de junio del 2013 o aproximadamente alrededor de esa fecha, solicitamos un tiempo adicional para preparar y presentar nuestras mociones previas al juicio”, escribieron en una carta a la corte los abogados Steven Feldman y David Rosenfield.
Ninguno de los dos quiso hablar del caso con AP. Según documentos de la corte, la próxima audiencia judicial del ex mandatario frente al juez Patterson no ocurrirá hasta el 31 de octubre. La última fue el 28 de mayo, cuando Portillo se declaró inocente.
Portillo, de 61 años, no tuvo una entrada fácil al Centro Correccional Metropolitano: se quejó repetidamente de aire acondicionado demasiado alto que empeoraba sus problemas de pulmón. Sus abogados propusieron cubrir los ventiladores que emitían el aire pero supervisores en la cárcel respondieron que eso no era posible por “razones de seguridad”.
“El personal médico y de las instalaciones está analizando el asunto”, dijo Adam Johnson, un abogado del centro correccional, en una carta a la corte. “Estamos considerando ofrecer al señor Portillo-Cabrera ropa interior termal, ya que los presos no pueden recibir ropa de fuentes exteriores a la prisión”. Johnson no respondió llamadas de The Associated Press para aclarar si el problema ya se ha solucionado.