Las publicaciones de este matutino refieren que el contrabando y los celulares entran por la puerta grande, porque en la entrada principal de Cantel, las autoridades han decomisado teléfonos, drogas y licor. La forma más común de ingresar los celulares es buscar a mujeres con sobrepeso y que por lo general se dedican a la prostitución para que lleven ocultos los equipos en cavidades corporales, en donde casi nadie podría detectarlos.
Según el MP, se incautaron poco más de mil celulares vinculados a llamadas de extorsiones en las prisiones, entre enero de 2018 y octubre de 2019. Flores ve como prioridad reforzar los protocolos se de seguridad en las cárceles para que ya no ingresen más ilícitos. “Le vamos a poner atención a los principales centros y vamos a reforzar los protocolos de seguridad”, aseguró.
“Primero tenemos que limpiar la casa, segundo nos toca la parte operativa y es ponerles atención a los centros más conflictivos. Sino lo que va a pasar es que hoy, por ejemplo, hay una requisa y recogen 10 teléfonos, pero mañana ya no son 10 celulares y aumentan a 20. Es un negocio”, añadió.
El próximo director aseguró que su trabajo estará basado en análisis, inspectoría, operaciones y subdirección; sin embargo, prefirió omitir los nombres de quienes integrarán estos cargos por “riesgos” y “temas de seguridad”, ya que no cuentan con protección gubernamental antes que asuman el cargo.
La casita feliz
David Boteo, jefe de la división antiextorsiones de la PNC, le habló a Prensa Libre sobre “Mi Casita Feliz”, un lugar colectivo de aislamiento, en donde recluyeron a 32 reos entre 2017 y 2018 en Cantel, para evitar que siguieran extorsionando a transportistas y dueños de colegios de Chimaltenango, Quetzaltenango y Retalhuleu. Un experimento que, según él, demostró que se podía controlar de esa forma las extorsiones.
Durante este lapso en que estuvieron aislados ciertos reos con un alto perfil criminal, los comerciantes dejaron de recibir llamadas que provenían de pandilleros, expandilleros e imitadores, según la investigación de las fuerzas de seguridad. Sin embargo, los reclusos, inquilinos de este recinto, se quejaron ante la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) y también interpusieron exhibiciones personales, alegando las condiciones en las que estaban internados y fueron retornados con la población reclusa.
Para Flores los “famosos derechos humanos” han sido manejados al sabor y antojo de algunas personas, pero comprende que los derechos de los reos “se ven coartados cuando no es salud, alimentación, educación, pero sí en locomoción” y si ya fueron condenados “perdieron parte de sus derechos”.
“Ha sido como una guerra contra los derechos humanos y su interpretación, y es donde es aprovechado para ellos –los reos–, porque tienen todo el tiempo del mundo para buscar la forma de evadir las leyes”, aseguró el funcionario designando.
Añadió que la implementación de la “Casita Feliz” le parece, en positivo, “brutal” y ojalá existieran más iniciativas como estas para prevenir los delitos en las cárceles; sin embargo, considera que su administración debe de ir de la mano con la Comisión contra la Tortura y con los Derechos Humanos.
Hacinamiento
“Estamos teniendo un hacinamiento de un 380 por ciento, en donde hay 25 mil 300 personas privadas de libertad y se debe a que no hubo trabajo conjunto entre las autoridades. Durante todo este tiempo, no se organizaron con los jueces de ejecución, tampoco con el Instituto de la Defensa Pública Penal”, indicó el próximo director del SP.
Para Flores Contreras la implementación de los controles telemáticos es una salida para el hacinamiento que existe en las cárceles y se debe poner en marcha.
Reajustes en el Presupuesto
El director designado del SP afirmó que planifican pedir un reajuste en el presupuesto que se le asigne a la institución, porque con la partida presupuestaria con la que cuentan ahora, les alcanza solo para pagar el funcionamiento y la parte administrativa.
“Tengo que fortalecer una Escuela de Estudios Penitenciarios, que ahora no está funcionando como debe. El presupuesto se va en comida y en pago para el personal, lo que deja un margen de un 15 o 10 por ciento, no lo sé a cabalidad, para poder hacer obra física, remozamientos en las cárceles o comprar insumos y no alcanza”, indicó Flores Contreras.
Añadió que, aunque podrían tener planes de construir nuevas cárceles con mejor tecnología, para tener un mejor control de los reos; sin embargo, dependen del presupuesto que le asignen.
Sin información oficial
Flores aseguró que no han tenido información de transición por parte de la administración actual del SP. “Hoy, no hemos tenido una apertura de transición, que me permita conocer de forma física los centros, tampoco reuniones. Nosotros estamos ajenos de lo que pueda estar pasando en las cárceles. No tengo el gusto de conocer al director, pero sé que la corrupción existe a todo nivel. Hemos obtenido información mediante medios de comunicación o investigaciones propias”, afirmó el futuro director.
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