Guatemala

Gobierno promueve diálogo con vendedores ambulantes

El ministro de Gobernación, Francisco Rivas, realizó hoy un recorrido por el Paseo de la Sexta para promover el diálogo con los vendedores ambulantes.

El pasado jueves un grupo de vendedores se enfrentaron con la Policía Municial por el intento de estos de desalojar a los locatarios del Paseo de la Sexta. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

El pasado jueves un grupo de vendedores se enfrentaron con la Policía Municial por el intento de estos de desalojar a los locatarios del Paseo de la Sexta. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

El jefe de la cartera del Interior, Francisco Rivas, realizó hoy un recorrido por el Paseo de la Sexta del centro histórico de la capital para promover el diálogo con los vendedores ambulantes que han protagonizado disturbios por el intento de la comuna capitalina de desalojarlos.

Tras un enfrentamiento entre buhoneros y policías el pasado jueves, el Gobierno de Guatemala ha implementado un plan de seguridad, que también tiene como fin garantizar la seguridad de la ciudadanía en el área con motivo de las fiestas navideñas.

Este programa, comentó el ministro, busca reducir además la incidencia criminal y el narcomenudeo.

“Esto para brindar seguridad a todos los guatemaltecos que visitan la sexta avenida” y que en esta época, aumentan.

“Garantizamos nuestro mayor esfuerzo para que no exista nuevamente un acontecimiento vandálico”, afirmó Rivas, quien agregó que más de un centenar de agentes estará en la zona.

Decenas de vendedores ambulantes que ejercen habitualmente su labor en la Sexta Avenida del centro histórico de la capital de Guatemala agredieron este jueves a agentes de la Policía Municipal que trataban de desalojarlos.

La municipalidad de Guatemala emprendió recientemente una campaña para acabar con la venta ambulante en esta zona, una de las más comerciales de la capital, lo que ha provocado el enfado de los comerciantes informales, que defienden su trabajo.

El enfrentamiento entre los vendedores ambulantes que trabajan habitualmente en esta zona y los agentes municipales que debían ejecutar la orden de desalojo desembocó en una batalla campal que se tradujo en daños superiores a más de un millón de quetzales (unos 132.000 dólares).

Una decena de personas resultó herida y tres personas fueron detenidas por los actos de aquellos que la municipalidad tildó de “vándalos, terroristas y delincuentes”.

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