Unas cien personas se reunieron en la Plaza de los Derechos Humanos, y en las gradas de acceso al Palacio de Justicia colocaron pancartas que pedían que no quede en la impunidad ningún crimen y mucho menos los que se cometieron contra la población ixil en los años de la guerra interna.

“Nos solidarizamos con el pueblo ixil. El juicio contra —Efraín— Ríos Montt debe continuar, porque es la única forma de aclarar lo que pasó. Quienes simpatizan con él —Ríos Montt— deben entender que no se le está condenando de una vez”, expresó Jorge González, estudiante de la Universidad Rafael Landívar.

“Somos una nueva generación que protestamos en forma pacífica, con ingenio. No somos de una oenegé, como usualmente nos desacreditan”, afirmó Mónica Salazar, otra de los jóvenes.

Pronunciamiento

En Alta Verapaz, un grupo de 30 líderes comunitarios de ese departamento y de Ixcán, Quiché, expusieron la necesidad de que el juicio contra Ríos Montt y José Mauricio Rodríguez continúe, “para que prevalezca la verdad”, y niegan que eso pueda producir una “polarización” en la sociedad.

“Apelamos porque se continúe con el juicio, creemos aún en la justicia y con las pruebas que ha aportado el Ministerio Público puedan continuar con el proceso y al final pueda encontrarse la verdad que finalmente las víctimas buscamos, que es justicia”, refirió Byron Rogelio Caal, de la Instancia de Pueblos Mayas.

“Con las exhumaciones aquí en la antigua Zona Militar No. 21 es suficiente prueba de que sí hubo genocidio. Aparte de los q’eqchi’es, también están los ixiles, de Huehuetenango y Rabinal. Creemos que hay pruebas donde nos dan a entender que querían exterminar a una etnia”, dijo Marta Macz, de la Instancia de Consenso de Mujeres Mayas.

David Paredes, del mismo grupo, indicó que esperan que “sea una justicia neutral y en base a las pruebas” que han sido presentadas.