Los guatemaltecos son parte del programa de trabajadores agrícolas que Canadá tiene con varios países y mediante el cual miles de connacionales han tenido la oportunidad de acceder a un empleo, mediante contratos que pueden ser desde tres meses de duración hasta dos años.
El grupo es parte de un total de 40 empleados de la granja Green Hill Produce que dieron positivo. La organización Justicia Migrante informó que en esta productora que funciona en la provincia de Ontario laboran cerca de 250 personas de varias nacionalidades.
Según esta organización, el brote habría comenzado desde el pasado 22 de abril con los guatemaltecos; sin embargo, el Minex descartó que estos hayan partido recientemente a Canadá puesto que ya llevan 18 meses de haber llegado a Ontario, e incluso optaron por quedarse a trabajar más tiempo allá, a pesar de que ya estaba instalada la emergencia.
La compañía emitió un comunicado en el que explica que “no hay nada más importante que la salud de nuestra fuerza laboral”, por lo cual desde que se enteraron de los contagios trabajan en estrecha relación con autoridades sanitarias de la localidad de Chatham-Kent, donde funciona la empresa y en donde viven los migrantes guatemaltecos.
Añadió que la totalidad de empleados fueron examinados. Además, que recientemente llegaron 15 nuevos trabajadores, pero todos fueron puestos en cuarentena y ninguno tuvo contacto con quienes resultaron infectados ni con otra persona de la granja.
“Estamos apoyando a todos nuestros empleados. Continuaremos coordinando con las autoridades locales de salud para garantizar que se sigan todos los procedimientos recomendados. La contención del virus y la recuperación de nuestro personal son nuestras principales prioridades”, afirmó la compañía en un comunicado.
Malas condiciones
Los contagios ponen en entredicho las condiciones de protección en que laboran los trabajadores migrantes, a menudo originarios de países que no ofrecen las condiciones adecuadas para su desarrollo lo cual los obliga a buscar empleo fuera de sus fronteras.
Noé Arteaga es un guatemalteco que tienen 12 años de trabajar en Canadá, en principio en fincas agrícolas y ahora en el sector de la construcción.
Vía telefónica comentó que existe preocupación entre los trabajadores agrícolas migrantes de resultar contagiados, sobre todo porque hay escasez de equipo de protección como mascarillas y guantes, para enfrentar la pandemia.
Además, espera que las condiciones en las pernoctan los trabajadores en las fincas agrícolas hayan cambiado puesto que cuando él laboraba en este sector, en un pequeño cuarto dormían hasta ocho personas. Arteaga teme que los empleadores, por ahorrarse costos, no tomen las medidas necesarias para evitar los contagios.
“Todo el mundo está preocupado, está difícil porque no sabemos qué va a pasar y aquí se puede ver mucho más porque en las casas hay muchos ancianos y es a ellos a quienes más afecta”, añadió Arteaga.
“Nos hacen de menos”
Un trabajador de la empresa que habló bajo la condición de que no se publicara su nombre, aseveró que la propagación de la enfermedad pudo haberse evitado, pero cuando los primeros contagiados comenzaron a presentar síntomas “tardaron demasiado en recibir atención médica e incluso fueron a trabajar”.
“Nosotros, los trabajadores agrícolas de Greenhill nos sentimos marginados como si nos hacen de menos. Seguimos viviendo en la misma casa usando los mismos utensilios, el mismo baño, haciendo todo como si nada estuviera pasando”, añadió.
También se quejó de que han solicitado materiales para desinfectar las superficies, pero no les han dado. Asimismo, indicó que tienen miedo de pronunciarse porque temen perder sus trabajos y ser devueltos a sus países de origen.
“Estamos felices con el trabajo que tenemos, pero merecemos ser tratados por igual”, subrayó el migrante.
Arteaga agregó que muchos connacionales, obligadamente tuvieron que ampliar su contrato porque cuando pretendían regresar ya no había vuelos comerciales.
“Muchos tenían que haber regresado en mayo y otros debieron haber vuelto en marzo, pero ahora les están extendiendo la visa de forma automática y están muy preocupados”, añadió Arteaga, quien dijo que la repatriación de estas personas se pudo haber concretado con vuelos especiales, y solo hizo falta la voluntad de hacerlo.
Los mismos derechos
La Embajada de Canadá en Guatemala estima que cuatro mil guatemaltecos se encuentra actualmente en aquel país, en empleos temporales.
En comunicación con Prensa Libre, la misión diplomática aseguró que Canadá “toma muy en serio la salud de los trabajadores temporales guatemaltecos”, quienes están protegidos por el sistema de salud público gubernamental al igual que el resto de los canadienses.
Subrayó que los patronos de trabajadores extranjeros temporales y los trabajadores mismos “deben seguir los requerimientos y/o los lineamientos públicos de seguridad y salud del Gobierno de Canadá” para ayudar a prevenir el contagio de covid-19.
“Si un trabajador muestra síntomas de esta enfermedad, el patrono deberá hacer arreglos de inmediato para que dicho trabajador sea aislado de los demás, además de comunicar el hecho a las autoridades públicas encargadas del tema de salud”, precisó la Embajada, quien añadió que si el trabajador se enferme en el periodo inicial de la cuarentena deberá ser remunerado por el patrono.
Alta demanda
La demanda de empleo en Canadá, que se consigue a través del programa de trabajadores extranjeros temporales, ha crecido en los últimos años.
Del 2015 al 2020, Canadá ha otorgado 27 mil 695 visas de trabajo, principalmente para el sector agrícola, solo el año pasado fueron 11 mil 945 guatemaltecos beneficiados, y en los primeros tres meses de este año ya suman mil 190.
La mano de obra de migrantes es fundamental para el desarrollo de la agricultura canadiense, medios de prensa destacan que el 60 por ciento de los empleados que trabajan en ese sector agropecuario son extranjeros.
De las 98 mil visas de trabajo que Canadá otorgó el año pasado, Guatemala fue el tercer país con más trabajadores beneficiados solo detrás de México e India.
Los empleadores canadienses suelen preferir la mano de obra guatemalteca, porque los connacionales son muy trabajadores y son capaces de rendir el doble que el resto.
