Desde el expresidente Ramiro de León Carpio y el Movimiento pro Reforma hasta el último intento del Ejecutivo, las propuestas de modificaciones constitucionales presentadas no tuvieron fruto.
Se intentó obtener la postura de Pro Reforma, pero se informó que esa organización quedó inactiva tras la muerte de su fundador, Manuel Ayau.
Rodrigo Arenas, del Movimiento Cívico Nacional, señaló: “No es momento para reformas, porque no hay gente con solvencia moral y capacidades para hacerla”.
Agregó: “Hay que separar bien lo que se dijo y quién lo dijo. No olvidemos que fue una persona —Portillo— condenada por lavado de dinero”.
Para Jorge Morales, asesor de la Alianza Evangélica, la Constitución debe ser revisada, en especial la parte del Organismo Judicial, pero por personas “verdaderamente capacitadas”.
Nery Rodenas, de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado, indicó: “Posiblemente haya una intención de un beneficio personal o partidista. Ha habido varias intenciones, aunque no procedan”.
La vicepresidenta Roxana Baldetti recordó: “Avizorábamos que Guatemala necesitaba cambios profundos. De esta cuenta pusimos a un equipo de constitucionalistas para presentar reformas el 27 de agosto del 2012”.
Muestran apoyo
“El sistema político necesita ser reformado profundamente. No podemos esperar resultados diferentes haciendo lo mismo”, comentó el precandidato del Partido Patriota, Alejandro Sinibaldi.
Sandra Torres, precandidata presidencial de la Unidad Nacional de la Esperanza, indicó: “Sería de evaluar qué aspectos y artículos quiere reformar”.
Roberto Villate, de Libertad Democrática Renovada, aseguró que su partido ya había presentado cambios.
Geidy de Mata, profesora de la Escuela de Ciencia Política de la Usac, comentó que podría ser una estrategia “elegante” de Portillo, en vista de que no es fácil para un expresidente regresar después de haber sido procesado.
