Cristhians Castillo, del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos, indicó que el presidente “deja en claro que la relación del Gobierno con los medios de comunicación es fatal, relación que vino en detrimento desde la toma de posesión. Es un gobierno con una mala prensa desde el inicio”.

“El exabrupto llega a la falta de respeto a los medios de comunicación y a los periodistas. Se pierde la asertividad. La figura de unidad nacional lo condena a guardar la forma y comportarse lo más diplomático posible”, señaló Castillo, quien añadió  que con esa actitud se desgasta la figura de la Presidencia y no contribuye a la gobernabilidad del país.
Ileana Alamilla, presidenta de la Asociación de Periodistas de Guatemala, comentó que las declaraciones de Morales “son una muestra de una inexperiencia política, que todo el mundo sabía que el presidente tenía”.

“Este exabrupto, donde se refiere de manera indiscriminada a periodistas y medios de comunicación, lo único que nos hace pensar es que está tan abrumado por  los problemas, particularmente los de su círculo afectivo más cercano, que se altera de tal manera que no acepta ninguna crítica y es intolerante”, dijo Alamilla, quien afirmó que esa actitud lo deja muy mal ante la opinión pública.

Deploran mensaje

Mediante un comunicado, la Cámara Guatemalteca de Periodismo manifestó su inconformidad con las declaraciones del gobernante.

“La incongruencia de sus afirmaciones es clara, ya que la fafa se entiende como el pago directo e interesado que se puede hacer a un periodista o medio de comunicación, en función de los intereses de quien lo paga.  La publicidad, sin embargo, es una acción lícita, correcta e informativa, que consiste en publicar las características más destacadas de algún producto para conocimiento del consumidor. Ambos conceptos son diferentes y éticamente opuestos”, dice el documento.

La Cámara exhortó a corregir el error y a  las autoridades, a tener prudencia “a la hora de expresar sentimientos, conceptos o términos que tienen impacto público”.

Nineth Montenegro, jefa del bloque de Encuentro por Guatemala, indicó: “Me pareció poco decorosa la actitud del presidente para la investidura que tiene. No es el primer exabrupto, es uno más, pero la diferencia radica en que con ello busca cercenar la libertad de expresión del pensamiento, que ha sido una garantía constitucional que ha costado sangre, dolor y lágrimas”.

La diputada ve riesgosa la forma como actúa Morales, porque “se está erigiendo como un dictador, en donde no quiere que la gente opine o se exprese en cuanto a hechos que están ocurriendo, sobre todo cuando se trata de su familia”.
Raúl Romero, jefe de la bancada Fuerza, lamentó la actitud del mandatario y enfatizó que quienes partician en política saben que están  sujetos a la crítica de los medios de comunicación y de la población, y que se tiene la obligación de dar explicaciones y rendir cuentas.

Álvaro Velásquez, diputado de Convergencia, condenó la actitud del presidente y señaló que se está victimizando.
Alfredo Brito, secretario de Comunicación de la Presidencia, afirmó que el mandatario se refirió “a que no se iba a contratar más publicidad, al menos en este año”.