El estudio, recogido entre el 10 y el 15 de abril, abarcó comunidades urbanas y rurales en todo el país, con una muestra de mil 201 personas de todos los estratos sociales y de ambos géneros.
El índice de aceptación es alto en todos los segmentos estudiados, pero más en la capital, donde alcanza el 87 por ciento; en el área rural de la provincia, 82 por ciento, y en la urbana —cabeceras municipales y departamentales—, 81 por ciento.
“Mi sensación es que se reconoce un liderazgo en el nuevo gobierno, en el sentido de que sus líneas de acción están claras y definidas desde el principio”, resume Manuel Pérez Lara, rector de la Universidad del Istmo.
El académico destaca la seguridad, el debate sobre las drogas, alimentación y el plan Hambre Cero como los temas que han impulsado la administración del PP, lo que ha motivado a la población “a recibirla muy bien”, al entrar con “bastante fuerza”.
Promesa y debate
Mayor presencia de agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), pero principalmente del Ejército, en las calles también es vista como positiva por los guatemaltecos, de acuerdo con la Encuesta Libre.
En menor medida se menciona el apoyo a la educación y la mejora de carreteras, y un 36 por ciento no sabe cuál es el mayor logro del actual gobierno.
La idea del mandatario de abrir un debate sobre nuevas opciones para combatir el narcotráfico, que incluye la despenalización de las drogas, fue considerada en la medición como de lo “peor” que ha hecho Pérez.
De igual manera, la población percibe inactividad del Estado en cuanto al aumento de precios y el desempleo.
“La implementación del nuevo paquete impositivo es importantísimo para el Gobierno que se haga bien, porque está la incertidumbre del sistema de importación de vehículos, que no hay formularios y demás. Eso sí deteriora”, opina Pérez Lara.
Resalta que “hace falta mucho por hacer”, y para mantener la mayor aceptación posible se debe aumentar la credibilidad en el combate de la delincuencia por parte de las autoridades de seguridad.
Según los resultados de la encuesta, la mayoría de entrevistados piensan que tanto Pérez Molina como la vicepresidenta, Roxana Baldetti, son trabajadores, abiertos al diálogo y honestos.
“La clave es que sean consistentes entre el discurso y lo que hagan”, afirma el académico.
