El ministro comentó que se ha tenido cooperación de la Interpol en casos similares que ocurrieron en Italia y España, obteniendo buenos resultados.
Expertos consideran que el trasiego de piezas afecta principalmente las investigaciones arqueológicas, ya que aunque se recuperen se pierde la información que su ubicación y posición proveían.
Se cree que el saqueo más fuerte se dio en la década de los 1970, cuando se movían cerca de US$13 millones (Q104 millones) al año para trasladar los objetos.
*Con información de Geovanni Contreras