Guatemala

Reforma del Estado genera amplio debate

Si Guatemala no aprovecha la coyuntura para concretar cambios nacionales cuanto antes, estos podrían tardar más que si no se hubiese dado el tsunami del 2015, cuyos efectos aún continúan.

El expresidente de Chile Ricardo Lagos, el gobernante Jimmy Morales, el exmandatario Vinicio Cerezo inauguran el Foro Regional Esquipulas, en un hotel de la zona 10. (Foto Prensa Libre: E. Paredes)

El expresidente de Chile Ricardo Lagos, el gobernante Jimmy Morales, el exmandatario Vinicio Cerezo inauguran el Foro Regional Esquipulas, en un hotel de la zona 10. (Foto Prensa Libre: E. Paredes)

Así concluyeron diversas voces que participaron en el séptimo Foro Regional Esquipulas, que se enfocó en los retos de la democracia a 30 años de establecida y a 20  de la firma de la paz.

¿Qué hacer después del tsunami político? Las respuestas a esa pregunta generaron un amplio debate y variedad de opiniones por parte de expresidentes, intelectuales, analistas, empresarios, activistas y expertos internacionales.
El  foro estuvo dividido en dos partes: la exposición de los invitados especiales y el debate.

La directora de la Fundación Esquipulas, Olinda Salguero, fue la primera en hablar. Sus palabras acerca de la coyuntura arrancaron los primeros aplausos. “Aquí hay representantes de las élites política y económica. Si no se han enterado, el poder ya no lo tienen ustedes, lo tiene la ciudadanía”, expresó.

Miedo, muro y Arzú

El presidente Jimmy Morales, además de citar frases de cinco personas, afirmó que la clave del cambio está en la “nueva forma de hacer política”, y dio su previsión de lo que podría venir después del tsunami.

“¿Qué viene después? Viene el miedo, viene un miedo profundo porque puede venir otro tsunami, y más fuerte. Y después del miedo viene la calma, y después que llegó la calma empieza la reconstrucción”, afirmó.

El presidente de la Fundación Esquipulas, Vinicio Cerezo, criticó que los partidos políticos se construyeron en Guatemala para el servicio de los intereses de los propios candidatos.

“Durante 30 años, los dirigentes políticos nos hemos sentado a dialogar con los sectores para compartir la riqueza que se genera en el país, para la democracia y los servicios que la población necesita, pero siempre nos encontramos con estadísticas de por qué no pueden pagar impuestos y mejorar los salarios”, criticó.

El alcalde capitalino y examandatario Álvaro Arzú, enfatizó su postura autoritaria: “La democracia debe ser dirigida. Una democracia plena en nuestro medio no funciona, según mi realidad vivida. La gente allá afuera está esperando ser dirigida, está esperando alguien que mande”.

El invitado internacional fue Ricardo Lagos, exmandatario chileno, quien manifestó: Para cambiar Guatemala, “nosotros tenemos que cambiar primero”. Además, elogió las manifestaciones masivas en la Plaza de la Constitución.

“Hoy día, las nuevas tecnologías se han convertido en la nueva plaza donde las personas manifiestan”, recalcó Lagos. Asimismo, criticó la intención de Donald Trump, candidato republicano a la Presidencia de EE. UU., de querer levantar un muro en la frontera sur. “Todos nos vamos a volver mexicanos y vamos a protestar”, exclamó el político chileno.

“Qué inútil”

Durante su intervención, el expresidente Cerezo contó la anécdota de que cuando él gobernaba el país —entre 1986 y 1990—, un periodista le preguntó que cuánto poder manejaba.

“Yo le respondí que el 30 por ciento, porque había tres organismos”, contó Cerezo.

Después fue el turno del exmandatario Arzú, quien bromeó acerca de que  ya había entrado en la tercera edad, y una de las ventajas era que podía subirse al Transmetro de forma gratuita.

 “Fue el 70 por ciento del poder, qué inútil —Cerezo dijo 30—. Yo tuve el cien por ciento del poder, y lo ejercí, di muchos manotazos en la mesa porque sigo creyendo en que la democracia debe ser dirigida”, dijo Arzú viendo a Cerezo, mientras este solo sonrió.

El público reaccionó con risas incómodas y varios de los presentes se voltearon a ver como preguntándose con la mirada si el alcalde en realidad había hecho tal comentario en serio.

Debaten panoramas

Jonathan Menkos, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales, comentó que los últimos acontecimientos han permitido un punto de “no retorno” para la desigualdad guatemalteca.

“Guatemala fue un Estado debilitado que tuvo muchas privatizaciones. Si la Cicig —Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala— y el Ministerio Público pudieran viajar en el pasado, nos daríamos cuenta de que varias de esas privatizaciones fueron parte de una cooptación del Estado”, expuso.

Roberto Ardón, del sector privado organizado, afirmó que las “reflexiones profundas” para extraer después del tsunami son el optimismo, reflexión ética, poder presentar propuestas y debatir cómo rescatar la función pública.

Karin Slowing, experta en política social, abogó por no privatizar el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social.

El reconocimiento de las jurisdicciones originarias en las reformas constitucionales fue un punto de diferencias.

Mientras Jorge Briz, presidente de la Cámara de Comercio, dio argumentos en contra, Otilia Lux, activista por las mujeres indígenas, mencionó que era necesario.

Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala, expresó la urgencia, por parte de los capitalinos, de “voltear a ver” a las áreas rurales y elevar el gasto público en la provincia.

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