Llamas consumen historia de Xelajú

La sastrería de un ciudadano italiano, la farmacia El Quetzal o ir  a ver una película en la década de los años 1960, son algunas de las anécdotas que cuentan con nostalgia los quetzaltecos luego  que el 30 de julio último un incendio consumiera el 95 por ciento de una manzana del Centro Histórico de la zona 1 de Xelajú.

Varios comercios del Centro Histórico de Xela resultaron severamente dañados por el incendio. (Foto Prensa Libre: Carlos Ventura)
Varios comercios del Centro Histórico de Xela resultaron severamente dañados por el incendio. (Foto Prensa Libre: Carlos Ventura)

El cronista Francisco Cajas mencionó que el fuego consumió parte de la historia de Quetzaltenango, ya que el área estaba dentro de un perímetro donde allá por  1800 los quetzaltecos construían ostentosas viviendas para evidenciar su poderío económico.

“Ese edificio ya estaba en 1897, de acuerdo con unas fotografías e historia. En ese lugar funcionó la famosa sastrería del italiano Leonardo del Vecchio, y atendió justamente donde estaba ahora la Ricca Burger, donde se originó el incendio”, refirió.

“Donde se quemó la discoteca  existió una sala de cine Lincoln, y al lado había una biblioteca de la Embajada de  Estados Unidos, entre 1956 y 1965”, comentó Cajas.

Para el cronista, Xela ha perdido entre las llamas historia que guardaba la cafetería Baviera. “Ese edificio era una casona de la familia de don Simón Baeza, un turco que llegó a Xela  durante la Segunda Guerra Mundial”, indicó.

Roberto Gutiérrez, un destacado empresario,  explicó:   “Genera sentimientos diversos este acontecimiento.  Todo el tiempo  he vivido aquí en el centro, ya que antes, en lugar de negocios, eran viviendas”.

Sonia Ruiz de León, de 56 años, trabajó en la farmacia Quetzal, que se ubicaba  en  la 4a. calle, lugar donde se quemó ahora el negocio La Parroquia”.

Cabizbaja contó que, en 1976, el área tenía un gran auge, económicamente hablando, y el edificio del Pasaje Enríquez era y es actualmente el más emblemático del lugar.

Lea la nota completa en la edición impresa de Prensa Libre o adquiérala aquí.