Así como ella, centenares de guatemaltecos tienen un sabor amargo en la boca por haber creído en las promesas que los dueños de las lotificaciones les hicieron al vender.
Victoria compró hace más de dos años en Residenciales San Antonio, en el kilómetro 10.5, carretera al Atlántico. Junto a otros vecinos del lugar manifestó su inconformidad por la falta de servicios.
Ellos no son los únicos. Estas historias se repiten en centenares de personas que han comprado terrenos en lotificaciones sin autorización municipal, como San Luis y Valle de Jesús, en la zona 18, y Monte Solar, en la zona 16.
También en Villa Nueva, Petapa y Mixco se ha registrado este tipo de abusos.
Buscan soluciones juntos
Los afectados han tenido que formar comités de vecinos para tramitar la introducción de energía eléctrica, arreglar las calles y obtener el servicio de la Empresa Municipal de Agua, Empagua.
Por las calles de estas lotificadoras es común ver camiones distribuidores de agua, que a diario les venden toneles a Q4.50 y Q5 cada uno.
Vecinos de la colonia Valles de Jesús, la zona 18, comentaron su malestar por el estado en que se encuentran las calles.
Más de 20 lotificadoras
Según informe proporcionado por el Departamento de Control de la Construcción Urbana de la Municipalidad de Guatemala, más de 20 lotificadoras han terminado de vender sus lotes sin contar con el permiso respectivo.
La mayoría de proyectos habitacionales no ha cumplido con los requisitos legales de otorgar al Estado un espacio para área educativa y deportiva, así como las calles y avenidas en concesión a la Municipalidad, y pagar una fianza del 100 por ciento al valor del proyecto.
Estos requisitos, de acuerdo con el informe, no fueron cumplidos por las constructoras y por ello no cuentan con autorización municipal para construir.
Cuando las autoridades ediles descubrieron esta ilegalidad, -Q10 mil que muchas veces se ha impuesto hasta dos veces- les paralizaron la obra, pero esta infracción no ha sido suficiente para controlar a los estafadores.
Otra anomalía
En el informe, las autoridades ediles señalan que el Registro Mercantil ha permitido que los constructores puedan desmembrar los terrenos, sin contar con autorización.
Héctor Morales, vocero de la comuna, señaló que la Municipalidad no puede proporcionar la autorización a las urbanizadoras, porque aún analiza los casos.
Prefieren condominios
Lo único que ha detenido las anomalías es el cambio de reglamento de la Ley de Vivienda, que permite que se construyan condominios hasta por 10 mil hectáreas.
Para ese tipo de construcciones, el permiso municipal se puede obtener con mayor facilidad, pues no se necesita ceder terreno al Estado, adjudicar calles y avenidas, ni pagar fianza.
Esa disposición lejos de resolver la problemática, la agrava, explicó Eduardo Velásquez, secretario académico de la Facultad de Ciencias Económicas de la USAC e investigador del Centro de Estudios Urbanos y Regionales, CEUR.
?Mientras el Estado no regule y castigue a los constructores, cada día seguiremos privatizando las calles, sin ningún control urbanístico, y los servicios básicos serán obtenidos sólo a través del esfuerzo de los afectados?, puntualizó Velásquez.
Acuerdo municipal
El Concejo edil aprobó en septiembre último un acuerdo para que las urbanizaciones que concluyeran el proceso de lotificación antes del 31 de diciembre del 2001 y no cuenten con licencia edil, puedan obtenerlo.
El Departamento de Control de la Construcción Urbana se encargará de supervisar la obra, que el expediente cuente con el estudio ambiental y se otorgue el espacio territorial al Estado para áreas verdes y proyectos educativos.
En lugar de una fianza del 100 por ciento por el valor de la construcción, las lotificadoras deberán pagar 20 por ciento por el asfalto que tenga una duración de 36 meses, y 20 por ciento por los drenajes con una duración de 12 meses.