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1963: El mundo llora a Juan XXIII, el <em>Papa bueno</em>

El 3 de junio de 1963 falleció Angelo Giuseppe Roncalli, nombre de pila del Papa Juan XXIII  a las 19.49 hora de Roma en los apartamentos papales de la Ciudad del Vaticano.

Juan XXIII durante el Concilio Vaticano II, en 1962. (Foto Prensa Libre: AP)

Juan XXIII durante el Concilio Vaticano II, en 1962. (Foto Prensa Libre: AP)

Juan XXIII tenía 81 años al momento de su fallecimiento. En el último año estuvo afectado por un tumor estomacal que le causó hemorragias, pero un paro cardiaco terminó con su vida. Fue el 261 pontífice de la Iglesia Católica. Al momento de su muerte tañeron las campanas de las 450 iglesias de Roma en señal de luto.


Cien mil fieles congregados en la plaza de San Pedro recibieron la noticia al finalizar la misa nocturna extraordinaria, ofrecida en honor a la salud del papa. Todos los ojos se volvieron hacia la puerta de bronce junto a la Basílica para ver si estaban cerrándola en señal de luto por la muerte del Pontífice. Súbitamente comenzaron a cerrarse las pesadas hojas y surgió entonces el grito de: “¡Ha muerto, ha muerto!”. 

Luego los altoparlantes resonaron con el anuncio que fue escuchado claramente: “El sumo Pontífice ha muerto en santidad”. Hombres, mujeres y niños cayeron de rodillas orando y llorando. Una anciana sollozó: “Lo único que le quedaba era el corazón, tan grande y bondadoso”.

Grande fue su influencia espiritual de los 500 millones de católicos del mundo. Pero mayor aún fue la influencia de su personalidad. Su bondad, su hospitalidad campesina, su sencillez y sus emocionantes exhortaciones por la paz, conmovieron a todos los pueblos.

Se estimó que más de un millón de personas asistieron al velatorio de los restos del pontífice en el interior de la Basílica de San Pedro.

El mundo hondamente dividido, se unió en duelo para lamentar la muerte del Papa Juan XXIII” informaba Prensa Libre en su edición del día siguiente.

Desde el primer ministro soviético Nikita Kruschev, pasando por  el presidente estadounidense John F. Kennedy y la Reina Isabel II del Reino Unido, externaron su pesar ante el fallecimiento del sumon pontífice, reconocido por su empeño por lograr la paz mundial y la unidad entre los hombres.

Duelo en Guatemala

El jefe de gobierno de Guatemala, coronel Enrique Peralta Azurdia, decretó tres días de duelo nacional por el fallecimiento de Juan XXIII, durante el duelo la bandera nacional fue izada a media asta en todos los edificios gubernamentales. La cancillería envió sus condolencias a la Santa Sede con el siguiente mensaje: “Ante irreparable pérdida que para la cristiandad representa el deceso de su Santidad Juan XXIII, expreso a vuestra Eminencia, en nombre del pueblo, gobierno de Guatemala y en el mío propio, nuestro sincero pesar por el fallecimiento del Sumo Pontífice”. Enrique Peralta Azurdia, jefe del gobierno de la república.

El Arzobispo de Guatemala, monseñor Mariano Rossell y Arellano, invitó al pueblo católico para asistir a las honras fúnebres, en la Catedral, en memoria del fallecido pontífice.

El papa del Concilio

Juan XXIII nació el 25 de noviembre de 1881 en Lombardía, Italia. Ante la muerte de Pío XII fue elegido en el cónclave de los cardenales para sucederlo en 1958 tomando el nombre de Juan, correspondiéndole el numeral XXIII en la nómina pontificia y papa número 261. En un inicio fue visto como una figura de transición tras el largo papado de su antecesor

Su pontificado fue breve pero intenso. A los tres meses de su elección como pontífice sorprendió al mundo con el anuncio de la celebración del Concilio Vaticano II, que permitió a la Iglesia Católica ingresar a los tiempos modernos.

El Concilio Vaticano II se inauguró el 11 de octubre de 1962 y en él se debatieron muchos temas, desde abandonar la sotana,  la libertad de conciencia y religión, el diálogo con otras religiones y con los no creyentes. Una de las novedosas medidas de este encuentro fue la de la celebración de la misa de frente  y en idiomas nativos de los fieles.

Juan XXIII ya no vio finalizado el Concilio pero este sería su más grande legado, junto a la búsqueda de la paz entre los hemisferios, su intervención durante la “crisis de los misiles” que enfrentaron a Estados Unidos y la Unión Soviética en 1962.

Escribió 8 encíclicas, siendo las más destacadas “Mater et Magistra” y “Pacem in terris”, que trataban sobre los derechos humanos y la paz mundial. Su sucesor, Pablo VI, se encargaría de terminar el Concilio.

Juan XXIII fue beatificado por el Papa Juan Pablo II en el año 2000. El papa Francisco lo canonizó junto con el Papa Juan Pablo II en el año 2014, siendo una decisión fuera de lo común ya que no se reconoció un milagro para reconocer su santidad.

En Guatemala un colegio y orfanato llevan su nombre y se le recuerda por haber elevado a la categoría de Basílica Menor al Santuario de Esquipulas en 1961.

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