La diputada oficialista (PAN) Olga Camey de Noack, al argumentar que el exceso de alcohol fue una de las causas principales de la tragedia, logró que el Congreso, por unanimidad, aprobara la Ley de Espectáculos Públicos, que vedaba el ingreso de licor a los centros deportivos.

Sin embargo, según indicaron diputados de la oposición, “la congresista, apoyada por la bancada oficial, cedió a presiones de empresas licoreras, y la cervecería promovió la derogatoria total de la Ley inicial, con lo que se permitía la venta e ingreso de bebidas alcohólicas a escenarios y actividades deportivas”. 

Esta decisión desató el enojo de las bancadas minoritarias, las cuales, en el momento de la aprobación del decreto vetado por Arzú, abandonaron el hemiciclo, lo cual no impidió que el PAN, haciendo uso de su aplanadora amarilla, aprobara la Ley.

Sin embargo, al parecer no se le consultó al presidente Arzú sobre su contenido, y luego de analizarla a profundidad anunció que la vetaría, por medio del vocero presidencial, Ricardo de La Torre. 

La causa principal del rechazo, según el diputado oficialista Leonardo González, es la negativa del presidente a que se permita la venta y el ingerso de bebidas alcohólicas y fermentadas a los estadios y otras instalaciones deportivas. 

Diputados de las diferentes bancadas se pronunciaron favorablemente a la decisión de Arzú ya que hizo lo correcto al vetarla ya que según algunos diputados, como los del FRG, se opusieron al artículo 17, el cual autorizaba la venta de bebidas alcohólicas en las instalaciones deportivas.  

Bancada oficial acepta veto

Los diputados de la bancada oficialista, aceptaron con resignación el veto presidencial a la Ley de Prevención de Violencia en el Deporte, contenida en el Decreto 47-97.

El motivo principal que tuvo el presidente Arzú, para vetar la Ley, fue que ésta no contemplaba una prohibición precisa con respecto al expendio y consumo de bebidas alcohólicas y fermentadas en los lugares donde se desarrollan eventos deportivos, según el Acuerdo Gubernativo 470-97. 

La circunstancia apuntada, señalaba el documento, motivaba la conveniencia de vetar el Decreto en mención, tanto más si tomamos en cuenta el trágico suceso ocurrido en el Estadio Mateo Flores, en el mes de octubre de 1996.

Afectada, la diputada Olga Camey de Noack, ponente de la Ley, lamentó la decisión adoptada por el Presidente, aunque dijo que la respetaba. Explicó que la prohibición de ingeso de bebidas alcohólicas en los estadios, contenida en el Decreto 136-96, siempre estuvo vigente; sin embargo, nunca se ha cumplido. 

Lección a bancada

Diputados de la oposición se proununciaron a favor del veto, y recordaron que desde el inicio hicieron ver a la bancada del partido oficial que no era procedente el ingreso de todo tipo de bebidas a las actividades deportivas.

Por segunda vez, históricamente, el presidente de la República y los partidos de oposición coinciden al oponerse a una Ley, con lo cual nos da la razón, El veto permitirá que haya menos violencia en los centros de deporte, manifestó Héctor Klée, de la UCN.