La ceremonia la presidió el arzobispo metropolitano, monseñor Próspero Penados del Barrio, durante una solemne misa realizada en la Catedral Metropolitana, según la nota informativa de Prensa Libre.

Concelebraron monseñor Efraín Hernánez, monseñor Tomás Barrios y el sacerdote Antonio Márquez; participaron representantes del Cabildo Metropolitano.

Este tipo de ceremonias se hace a imágenes muy antiguas, veneradas y con mucha importancia histórica y cultural, según expresaron los religiosos.

La consagración la realizó Penados del Barrio después de la homilía; consistió en ungir con el crisma las manos, los pies y la cabeza de la imagen y del niño; luego les fue impuesta la corona y finalmente fue incensariada. 

Esta imagen, indicó Penados del Barrio en su homilía, es la más antigua de Guatemala, fue esculpida en 1475 en Sevilla por el escultor Mosen johan de Morgovejo. La Virgen del Socorro ha sido muy venerada, añadió, e invocada en tiempos de calamidad, terremotos, y sequías. 

Sobre la imagen

El origen de la antiquísima imagen de la Virgen del Socorro se pierde entre la historia y la leyenda. Se dice que partió en 1520 de España en una nave con destino al recién descubierto continente. En un sitio especial de la embarcación fue colocada, la cual fue cedida por los dominicos a don Francisco de Garay, recién nombrado gobernador de Jamaica. 

Cuando el barco llegó a la isla de Cuba la imagen fue entregada a la expedición comandada por Hernán Cortés y Pedro de Alvarado. 

Ella fue testigo del comienzo de la conquista. Algunas leyendas indígenas contaban historias sobre ella. Su belleza hechizaba.

La historia cuenta que ante ella se celebró la primera misa en tierras centroamericanas el 25 de julio de 1524, fecha de fundación de la primera ciudad española en Guatemala. 

Fue trasladada tanto en 1543 al Valle de Panchoy y posteriormente al Valle de la Ermita, donde aún se encuentra. 

Dada la devoción de los vecinos de Santiago de Guatemala y su honorable linaje, recurrían a la intercesión de la Virgen del Socorro en las calamidades, siendo así que el 29 de septiembre de 1717 fuertes temblores hicieron remecer la ciudad, esto motivó a sacarla en procesión de rogativa para que cesara la actividad sísmica. Se unió a la procesión la imagen de Jesús de la Merced, consagrada semanas antes.

La imagen siempre tuvo su capilla en la Catedral en sus diferentes emplazamientos.  El 7 de octubre de 1779 la Virgen es trasladada a la Catedral provisional, hoy Templo de Santa Rosa. Luego en 1815 fue trasladada solemnemente en procesión hacia la nueva Catedral, sitio en el que permanece desde hace más de dos siglos.

Algunos títulos que ostenta la virgen son: Primera Vecina, Cofundadora de Guatemala, Virgen de la Piedad, Nuestra Señora de la Leche, Patrona del agua y las lluvias, Patrona de las buenas cosechas.

Esta escultura es de estilo renacentista de talla completa y tiene como particularidad que en la parte de atrás está desvastado, se cree que venía colocada en un estandarte con los conquistadores. 

Otro aspecto muy curioso es que la Virgen aparece amamantando al Niño Jesús exhibiendo su pecho, según el historiador Miguel Álvarez esto confirma su antigüedad ya que es anterior al Concilio de Trento, realizado en 1563 y que prohibía este tipo de representaciones. 

Esto motivó que en el siglo XVI la Virgen fuera retirada del culto, permaneciendo en el olvido. Sin embargo tras ser redescubierta fue revestida con ricas telas, desvirtuando su estética original. Esta costumbre llegó hasta el siglo XX. En los años ochenta, monseñor Próspero Penados del Barrio ordenó que se presentara sin ropajes, mostrando su belleza primitiva. Sobre esta costumbre mencionaba Penados que “la vestían por un falso pudor, convirtiéndose en una tradición que ya no es necesaria, pues no hay nada en la imagen que sea inmoral, por el contrario, es una bellísima imagen que presenta algo tan puro como es la maternidad de la Virgen María”.

Su procesión se realizará el domingo 13 de mayo y visitará de forma extradordinaria el Templo de Belén.