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Navidades curiosas alrededor del mundo

En algunas partes del mundo la celebración de la Navidad tiene tintes insólitos. 

El Caga Tío es un tronco de árbol rellenado con golosinas. (Foto: Hemeroteca PL)

El Caga Tío es un tronco de árbol rellenado con golosinas. (Foto: Hemeroteca PL)

La Navidad se celebra en casi todo el mundo, a pesar de que en varios países los que profesan el cristianismo son minoría.

Los arbolitos iluminados con luces de colores, los regalos de Santa Claus, los abrazos y la cena familiar son el común denominador; sin embargo, en algunos lugares los pobladores aún practican costumbres muy singulares que el tiempo no ha borrado.

En Yugoslavia, por ejemplo, dos semanas antes de la Navidad los niños se acercan silenciosamente a la madre y le atan los pies gritando: “¡Día de la madre, día de la madre! ¿qué darás para que te dejemos libre?” (en yugoslavo rima). Enseguida ella les da regalos. La semana siguiente los niños hacen lo mismo con el padre y reciben aún más regalos.

Una leyenda, en Noruega, relata que las vísperas de la Natividad traen todo tipo de espíritus diabólicos y brujas, por lo que en los hogares se acostumbra esconder las escobas antes de irse a dormir, para evitar, por si acaso, que una bruja ponga sus manos sobre ellas. Los hombres valientes de la familia salen a disparar al aire, para ahuyentar a los espíritus.

Mientras en la mayoría de países Santa Claus es quien reparte regalos, el folclor de Italia coloca a una amable bruja llamada la Befana como el personaje que distribuye los presentes entre los niños. Una leyenda cristiana cuenta que tres hombres sabios se acercaron a este personaje para saber qué dirección debían tomar para visitar a Jesús. Ella no supo ayudarlos, pero fue tan hospitalaria que la invitaron a sumarse a su marcha, lo cual no aceptó, aduciendo que tenía mucho trabajo en casa. Luego se arrepintió y desde entonces recorre el mundo en busca de aquellos hombres sabios y del Niño Jesús, dejando regalos en las casas por donde pasa.

En Yugoslavia los niños atan a la madre y el padre para que les den dulces y regalos. (Foto: Internet)

En Ucrania, además de decorar los árboles de Navidad con todos los elementos clásicos, se suma uno fuera de lo común. Una leyenda cuenta que una viuda pobre que no tenía dinero para adornar el árbol se mantuvo despierta hasta hallar una araña que tejiera una tela en su árbol navideño para embellecerlo, lo que permitió que tuviera una feliz y próspera fiesta. A raíz de esto, entre guirnaldas y luces, los árboles ucranianos esconden una araña y su telaraña artificiales, para darle suerte a quien las encuentre.

En Nochebuena, las mujeres solteras checas toman parte de una tradición que permite predecir cuál será su estado civil el año siguiente: se quitan un zapato, se paran de espaldas a la puerta y lo arrojan sobre sus hombros. Si la prenda cae con la punta hacia la puerta se cree que quien la arrojó se casará, pero si cae con el talón hacia la puerta deberán esperar al menos 12 meses más el deseado anillo de bodas.

En China se celebra la Navidad iluminando las casas con linternas de papel y árboles decorados. Se espera la visita de papá Noel, a quien llaman Dun Che Lao Ren, que significa El viejo hombrecito de las navidades. Debido a que la gran mayoría de pobladores chinos no son cristianos, el principal festival de invierno es el Año Nuevo, que celebran a finales de enero.

Los caganer

En Cataluña y algunas regiones de Andorra, Italia, Portugal y el resto de España se practica una costumbre muy curiosa. En el entorno del Niño Jesús ocultan a un caganer —un hombre defecando—. La figura se presenta con los pantalones bajos, defecando en cuclillas, en el piso, normalmente en una esquina retirada de la escena, para que los niños se entretengan tratando de encontrarla.

Los caganer solían ser hombres vulgares, con ropas tradicionales, pero últimamente han tomado la forma de celebridades y figuras públicas, como el futbolista Cristiano Ronaldo.

El Caganer es una figura que se coloca en el nacimiento en Cataluña y otras regiones. (Foto: twitter.com)

Otra costumbre catalana es la del Caga Tió, también conocido como El leño que hace popó. Es un tronco de Navidad, con una cara alegre y un sombrero rojo, que “defeca dulces” en Nochebuena. Aparece dos semanas antes de Navidad y desde ese momento es “alimentado” con dulces y frutas secas, entre otros bocadillos, antes de ser cubierto con una cobija.

En Nochebuena los niños lo golpean con palos mientras cantan una canción tradicional —algo amenazante—. Cuando termina la paliza se retira la cobija y se ve el estado de la “digestión” del leño y, si todo salió como lo planeado, Caga Tió debería haber depositado mágicamente todo lo que recibió en los días previos, lo cual se reparte entre los niños.

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