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Plagios, mala costumbre de políticos

El escándalo por las acusaciones de plagio en contra de José Ramón Lam Ortíz, Comisionado de Transición del presidente electo Jimmy Morales abre nuevamente el debate sobre la idoneidad que deben tener los funcionarios públicos.

En 2011 Mariano Rayo publicó casi íntegramente el editorial de un periódico argentino. (Foto: Hemeroteca PL)

En 2011 Mariano Rayo publicó casi íntegramente el editorial de un periódico argentino. (Foto: Hemeroteca PL)

Lam Ortiz fue señalado por el Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos, IPNUSAC, de  haber plagiado cuatro ensayos durante su trabajo en dicha institución en el año 2014. ??

Antes de ser electo presidente, el IPNUSAC  informó a Jimmy Morales en tres ocasiones sobre el incidente por el cual ellos afirman haberle pedido su renuncia. A pesar de las pruebas presentadas por la institución y la indignación en las redes sociales, Morales restó importancia a las acusaciones y mantiene a Lam Ortiz en su equipo de trabajo. Ésta situación ha pasado con anterioridad en el ámbito político.

Copy paste literal

En agosto de 2011 trascendió que Mariano Rayo, en ese entonces diputado al Congreso de la República por el Partido Unionista (hoy Ministro de Salud), copió literalmente un editorial del diario argentino La Nación publicándolo en su columna del vespertino La Hora. Rayo utilizó casi exactamente el texto, incluyendo el titular, colocándolo como propio.

La noticia se regó como pólvora en las redes sociales y los lectores criticaron la acción del diputado. En su cuenta de Twitter Rayo publicó: “Presento mi disculpa pública por el error cometido; acepto la responsabilidad. La noticia de Prensa Libre es cierta, y me abochorna y avergüenza”. Sin embargo al abordársele en forma personal sobre el asunto no quiso dar ninguna declaración.

Para fortuna de Rayo, el diario La Nación de Argentina no presentó acciones legales. El jefe de editoriales, Fernando Laborda expresó: “Como jefe editorial, me honra que comparta nuestras ideas y las haga propias, pero debió haber citado la fuente”. Por su parte diario La Hora expresó que Rayo les comunicó que asumiría su responsabilidad por el plagio del texto.

Un mes después de este incidente, salieron a la luz otros plagios de textos tomados de sitios web de El Salvador y España los cuales reprodujo en su sitio personal, el cual en la actualidad ya no existe. Sin embargo quedó como anécdota ya que tampoco se iniciaron acciones legales.

Guglear el plagio

En enero de 2014 el secretario general del partido Libertad Democrática Renovada (Lider), Manuel Baldizón, presentó su ensayo denominado: Los desafíos del futuro, rompiendo paradigmas. La actividad generó expectativa sobre el contenido de dicho libro, sin embargo en plena presentación, Baldizón no esperaba una reacción inmediata de sus lectores.

Mientras se desarrollaba el acto en una librería de la zona 10, las redes sociales, en especial Twitter  denunciaban que Baldizón había utilizado fragmentos de otros trabajos y páginas de internet en su libro sin citar las fuentes. Además de capturas del texto literal de otros autores sin ninguna cita bibliográfica, y algunas tareas escolares y trabajos académicos.

Sobre el asunto la oficina de relaciones públicas de Baldizón indicó que el libro era una recopilación de varias “interlocuciones” según aclaraba en la introducción. “Se está realizando una revisión. Se detectaron errores de omisión de citas de algunos autores, pero se hará una reedición corregida”.

Doce días después, se presentó la reedición corregida del libro Rompiendo Paradigmas, con la ausencia de su autor quien se excusó por duelo. El vocero de Baldizón, indicó que nunca hubo intención de robar o plagiar ideas. Todos pensaron que el asunto terminaría aquí, cuando el 12 de febrero de 2014 Baldizón es denunciado por las abogadas Karen Fischer y Gisela Roldán por el supuesto plagio en citas y párrafos que el político utilizó en su libro. El partido indicó que todo se trataba de una campaña negra en contra de su secretario, el proceso no prosperó.

Si no había sido suficiente la polémica con el libro de Baldizón, sale a la luz otra acusación de plagio en la Tesis para obtener el grado académico de Doctor en Derecho. La brasa cayó en manos del Consejo Superior Universitario, CSU de la Universidad de San Carlos quien debía investigar y determinar la acusación. El CSU fue ampliamente criticado por la demora en su dictamen el cual al final fue favorable a Baldizón ya que cumplía con los requisitos administrativos y legales para optar al título, además de que la legislación universitaria no contempla como actuar en dichos casos.

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