En un audio filtrado por el diario Folha de Sao Paulo el lunes, Jucá sugería que la destitución de Dilma Rousseff permitiría detener las investigaciones sobre el multimillonario fraude en la estatal, donde él mismo es también indagado.

Hombre fuerte de un gobierno interino que aún no ha cumplido dos semanas en ejercicio, la salida de Jucá supuso el primer gran golpe a la nueva administración de Temer, quien afirmó este martes que las investigaciones sobre el escándalo no sólo continuarán, sino que pretende “incentivarlas”.

La polémica saltó a primeras horas del lunes, cuando se hicieron públicos trechos de conversaciones grabadas en marzo entre Jucá y el expresidente de la compañía procesadora de petróleo y gas Transpetro, Sergio Machado, igualmente investigado por el fraude.

En una de ellas, el por entonces senador y estrecho aliado de Temer afirmaba que era necesario un “pacto”  para detener las indagaciones, que también incluyera al poder judicial.

“Hay que resolver esa m… Hay que cambiar el gobierno para cortar esta sangría”, afirmó Jucá en esa conversación.

Grabada en secreto, la charla tuvo lugar semanas antes de la votación del 17 de abril en la Cámara de Diputados que aprobó el impeachment y derivó el proceso al Senado, según el diario.

En la misma mañana del lunes, Jucá afirmó que las conversaciones estaban sacadas de contexto, que se refería a una “sangría en la economía”  y que no veía motivos para dimitir, pero horas más tarde anunciaba su pedido de licencia hasta que la Fiscalía determinara si “hubo crimen en ese diálogo”.

Poco después, Temer confirmaba la solicitud del ministro de la cartera clave de Planificación y anunciaba su regreso al Senado “hasta que sean aclaradas las informaciones divulgadas por la prensa”, agradeciéndole su “trabajo competente”  y “dedicación”. La salida de Jucá se convirtió, sin embargo, en definitiva este martes, de acuerdo al decreto publicado en el Diario Oficial.

Ahora será sustituido de forma interina por Dyogo Oliveira, exsecretario ejecutivo de la cartera.

Presidente del centrista PMDB en sustitución de Temer, Jucá fue uno de los principales articuladores del proceso de impeachment a Rousseff, que la mandataria denuncia como un “golpe”.

Confirma el golpe

Por su parte, la mandataria suspendida, Dilma Rousseff, afirmó que el audio en el que el ministro de Temer sugiere que pretendía obstruir las investigaciones en la estatal Petrobras constata que el nuevo Gobierno es “golpista”.

“Si alguien aún no tenía certeza de que hay un golpe en curso basado en el desvío de poder y en el fraude, las declaraciones fuertemente incriminatorias sobre los reales objetivos del impeachment (juicio político) y sobre quién está detrás de él, elimina cualquier tipo de duda”, dijo Rousseff en un discurso durante un congreso de agricultores.

En opinión de Rousseff, la grabación deja “claro el carácter conspiratorio y golpista”  del nuevo Gobierno y también, su “modus operandi”.

Asimismo, sugiere que si Temer asumiera el poder, sería posible un “pacto”  para “delimitar”  la acción de la justicia en torno a ese caso.

Rousseff reiteró que continuará “luchando en todas las dimensiones posibles”  para tratar de volver al poder “de una forma o de otra”.

La mandataria fue apartada del cargo el pasado 12 de mayo, cuando el Senado aprobó la apertura de un juicio político con fines destituyentes, que puede alargarse hasta 180 días.

Si al final del proceso Rousseff es absuelta, recuperaría el cargo y si es destituida, Temer completará su mandato que termina el 1 de enero de 2019.