Internacional

Comienzan en Viena nuevas conversaciones sobre Siria con participación de Irán

Las conversaciones internacionales para intentar encontrar una solución política al conflicto en Siria comenzaron este jueves en Viena, con un encuentro entre el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y su homólogo iraní, Mohamad Javad Zarif.

Los ministros de exteriores posan para la foto. De izquierda a derecha, Adel Al Jubeir de Turquía, John Kerry de EE. UU., Feridun Sinirlioglu, Arabia Sadí y Serguéi Lavrov de Rusia. (Foto Prensa Libre: EFE).

Los ministros de exteriores posan para la foto. De izquierda a derecha, Adel Al Jubeir de Turquía, John Kerry de EE. UU., Feridun Sinirlioglu, Arabia Sadí y Serguéi Lavrov de Rusia. (Foto Prensa Libre: EFE).

Ambos, cuyos países no mantienen relaciones diplomáticas oficiales pero se frecuentaron durante las negociaciones que desembocaron en el verano boreal pasado en un acuerdo sobre el programa nuclear iraní, se encontraron en un gran hotel de la capital austriaca, marcando un avance notable en la posición estadounidense, que hasta ahora rechazaba que Teherán se sentara a la mesa de negociaciones sobre Siria.

Sobre el final de esta jornada (18H00 GMT), los jefes de la diplomacia de Rusia, Sergei Lavrov, Estados Unidos, Kerry, Arabia Saudita, Adel al Jubeir, y de Turquía, Feridun Sinirlioglu, se reunirán también en Viena, antes de mantener, el viernes, “conversaciones ampliadas” a otras naciones regionales y europeas, con el fin de tratar sobre las perspectivas de una solución al conflicto en Siria, que ha provocado la muerte de más de 250.000 personas desde.

Por primera vez participará en las conversaciones Irán, principal aliado de Siria en Oriente Medio.

La presencia de Zarif en estas conversaciones internacionales sobre el conflicto sirio marca un giro diplomático mayor, deseado por Moscú.

Esta es la primera vez que Irán está representado en una reunión internacional sobre Siria, ya que Teherán no fue invitada a las conferencias que se celebraron en Ginebra en 2012 y 2014.

Las dos grandes potencias rivales de la región, Irán (chiita) y Arabia Saudita (sunita) están en desacuerdo sobre Siria. Riad apoya a grupos rebeldes y participa en los bombardeos aéreos liderados por Estados Unidos contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI). En cambio, Teherán apoya al régimen del presidente Bashar al Asad financiera y militarmente.

Rusia reclamaba desde el inicio de este conflicto en 2011 la participación de Teherán en reuniones como la de Viena, pero Estados Unidos se oponía firmemente. Sin embargo, el martes, Washington, ante la sorpresa general, anunció su cambio de posición al respecto.

“La única solución para encontrar una salida a la crisis siria es sentar al mayor número de actores en torno a la mesa. Por ello, la apertura de las negociaciones, aunque sólo sea un inicio, es una buena cosa”, dijo un diplomático europeo de alto rango.

Irán se unirá a las conversaciones el viernes, junto a los jefes de la diplomacia de Líbano y Egipto. También estarán presentes los ministros de Relaciones Exteriores de Francia, Reino Unido, Alemania y la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.

El viernes pasado ya tuvo lugar un primer encuentro cuatripartito en un palacio vienés, en el que se habló de posibles soluciones para poner fin al conflicto sirio.

El futuro de Asad divide

Para Arabia SaudÍ, estas conversaciones son una oportunidad para comprobar “la seriedad” de Irán y Rusia sobre una solución política negociada al conflicto sirio.

El desafío que nos presenta Siria “es nada menos que una carrera para salir del infierno”, aseveró Kerry. Estas conversaciones son “la oportunidad más prometedora para (encontrar) una salida política”, había asegurado justo antes de viajar hacia la capital austriaca.

Berlín, en cambio, consideró muy poco probable que se logren “grandes avances” ya que las “diferencias de posición (son) demasiado grandes”.

El futuro de Bashar al Asad sigue dividiendo a Washington y Moscú, aliado clave de Damasco.

No obstante, el director de la CIA, John Brennan, dijo estar convencido de que los rusos buscarán, en último término, la salida de Asad.

Por otra parte, Francia volvió a expresar su deseo de presentar ante el Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución para detener el lanzamiento de barriles explosivos por parte de las fuerzas aéreas sirias, que se han cobrado miles de víctimas civiles en las zonas rebeldes.

Pero Rusia se opone a este proyecto y asegura que podría “poner en riesgo los esfuerzos (diplomáticos)”.

Sobre el terreno, el ejército ruso anunció que bombardeó 118 objetivos “terroristas” en las últimas 24 horas, una intensidad nunca alcanzada desde el inicio de su intervención militar el 30 de septiembre.

La aviación rusa parece haber atacado por primera vez la provincia meridional de Deraa, extendiendo así su radio de operaciones en Siria, afirmó este jueves la ONG Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), con sede en Reino Unido.

Según esta fuente, Rusia ha lanzado ataques contra 14 provincias sirias, provocando casi 600 muertos, en su mayoría miembros de grupos armados.

La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) dijo el jueves que al menos 35 sirios, pacientes y personal médico, murieron y 72 resultaron heridos en un “aumento significativo y reciente” de ataques aéreos sobre hospitales en Siria.

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