El Papa mantendrá la cita del miércoles, es decir la audiencia general y celebrará como es su costumbre la misa por la mañana en la Casa Santa Marta, donde se aloja en el Vaticano.
El Sumo Pontífice había anunciado en enero recién pasado a los periodistas que lo acompañaban en el vuelo de regreso de Sri Lanka y Filipinas que consagrará esos días a ese importante documento. “Si va bien, la encíclica podrá salir a la luz en junio o julio próximo. Lo importante es que haya tiempo entre la publicación y la cumbre en diciembre próximo de París, para que pueda aportar algo” , explicó el Papa, de 78 años. Los ritos de Semana Santa requieren muchos esfuerzos y tiempo al Pontífice ya que debe presidir al menos siete celebraciones, por lo que se encerrará a trabajar esta semana en el Vaticano en el texto. La encíclica debe servir de impulso a las negociaciones de la cumbre organizada en París (Francia) por Naciones Unidas sobre el Cambio climático del 30 de noviembre al 11 de diciembre próximmo. “Hay que cuidar la tierra para evitar su autodestrucción” , rogó en noviembre recién pasado a la comunidad internacional que asistía en Roma a la Segunda Conferencia sobre Nutrición de la FAO. Con ocasión de las reuniones preparatorias en Perú el papa lamentó “la falta de coraje” para encontrar soluciones conjuntas para salvar el planeta. Francisco envió una copia de la encíclica a la Congregación para la Doctrina de la Fe así como a la Secretaría de Estado y a los teólogos de la Casa Pontificia “para que verifiquen si no digo tonterías” , aseguró con su habitual tono autoirónico. Según el cardenal Peter Turkson, que contribuyó a su elaboración, el Papa aborda la “ecología integral” , que tiene en cuenta el desarrollo de la persona humana. En un tuit sobre el tema, el Papa aseguró que “la cuestión ecológica es vital para la sobrevivencia del hombre y tiene una dimensión moral que atañe a todos” , resumiendo así los puntos esenciales de la encíclica. Se trata de la primera encíclica que escribe solo, ya que la primera Lumen Fidei — La luz de la Fe—, la había preparado Benedicto XVI antes de su renuncia en el 2013.