“We are humans”  (Somos humanos) o “Where is your democracy? Where is our freedom?”  (¿Dónde está su democracia? ¿Dónde está nuestra libertad?) podía leerse en algunas de las pancartas que fueron desplegadas.

“Nos pidieron que les cosiéramos la boca, por supuesto que lo rechazamos”, informó Olivier Marteau, responsable de la oenegé Médicos Sin Fronteras (MSF) para Calais.

“Ellos mismos lo hicieron de manera poco sanitaria, esterilizando las agujas calentándolas” a altas temperaturas, agregó.

Desde el comienzo de esta semana, las autoridades francesas comenzaron a destruir las viviendas de fortuna de los migrantes levantadas en la parte sur del campamento, donde moran miles de personas que aspiran a poder pasar a Inglaterra.

• En VIDEO vea: “La jungla de Calais se desvanece”.

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El Estado intenta realojarlos en centros de acogida en Calais y otras partes de Francia.

Según el responsable local de MSF, el gesto de estos migrantes “demuestra que las soluciones propuestas no los satisfacen”.

“Estos ocho iraníes se cosieron la boca porque su cabaña acababa de ser destruida”, añadió por su parte Franois Guennoc, miembro de la asociación “LAuberge des migrants”  (el albergue de los migrantes) .

El lunes se registraron choques entre los migrantes junto a militantes asociativos y la policía antidisturbios.

• En VIDEO vea: “La crisis de los migrantes en Calais”.

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Entre 800 y mil migrantes viven en la parte sur de la “jungla”  según el gobierno francés, pero las asociaciones consideran que en realidad son tres mil 500.

En todo el campamento, que ha pasado a ser la mayor villa miseria de Francia, se estima entre tres mil 700 y siete mil el número de inmigrantes, principalmente sirios, afganos y sudaneses.