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Trump dice que reconocerá resultado de las elecciones si es el ganador

El candidato presidencial estadounidense Donald Trump dijo este jueves que aceptará el resultado de las elecciones del 8 de noviembre si es "claro", aunque sugirió que eso podría ocurrir solamente si él resulta vencedor.

El republicano Trump (izq.) y la demócrata Clinton, discuten en el esperado tercer y último debate presidencial de EE. UU. (Foto Prensa Libre: AFP).

El republicano Trump (izq.) y la demócrata Clinton, discuten en el esperado tercer y último debate presidencial de EE. UU. (Foto Prensa Libre: AFP).

“Aceptaré totalmente los resultados de estas grandes e históricas elecciones, si gano”, aseguró Trump en un acto de campaña en Delaware (Ohio), después del tercer y final debate presidencial de anoche en Las Vegas ante su rival demócrata, Hillary Clinton.

En ese mismo discurso, Trump había adelantado que aceptaría el resultado de la elección presidencial pero generó confusión al añadir que eso sólo podría ocurrir si él resultaba el vencedor.

“Quiero prometer a todos mis electores (…) que aceptaré totalmente los resultados de esta grandiosa e histórica elección presidencial”, dijo Trump, antes de añadir: “si soy el ganador”.

En el debate mantenido el miércoles con su adversaria demócrata Hillary Clinton, Trump causó consternación al evitar comprometerse a aceptar cualquier resultado de la elección.

“Veré eso en el momento oportuno. Pero lo que he visto hasta ahora es muy malo”, dijo Trump a una pregunta del moderador Chris Wallace sobre si aceptaría los resultados la noche electoral del 8 de noviembre.

“Te mantendré en suspenso, ¿ok?”, añadió.

“Es perturbador”, respondió inmediatamente Clinton. “Está denigrando y rebajando nuestra democracia”, afirmó la exsecretaria de Estado de 68 años.

Así, Trump se coloca en contradicción con su propio compañero de fórmula, Mike Pence, quien había dicho antes a CNN que el resultado sería aceptado “ciertamente”. Su hija, Ivanka, también había afirmado que su padre respetará la votación “de cualquier forma”.

“Creo que lo va a alienar de muchos votantes”, dijo el jefe de campaña de Clinton, Robby Mook.

La campaña de Trump intentó apagar el fuego: “Lo que está diciendo es que no va a aceptar simplemente una elección hasta que sea certificada y verificada”, dijo Sarah Huckabee, una portavoz.

Debajo en las encuestas, asediado por acusaciones de conducta lasciva con mujeres, Trump, de 70 años, ejecutó su mejor desempeño en los debates pero no alcanzó a dar el fenomenal golpe de efecto necesario para convencer a los votantes indecisos, tres semanas antes de los comicios.

El evento transcurrió bajo una atmósfera glacial, pero más cívica en la recta final de una agria campaña presidencial.

Fue chocante

El candidato a vicepresidente de Clinton, el senador Tim Kaine, dijo a la red de televisión ABC que la decisión de Trump de negarse a comprometer su respeto al resultado de la elección era “chocante”.

“Fue chocante. Absolutamente chocante. Es una parte básica de lo que somos”, dijo Kaine, para quien el cuestionamiento de Trump “fue el momento más obscuro del debate, porque está tan desconectado de nuestra tradición democrática”.

El debate, en la Universidad de Nevada en Las Vegas, arrancó, como en el segundo duelo, el 9 de octubre, y contra la tradición, sin un apretón de manos entre los dos rivales que buscan llegar a la Casa Blanca.

Pero el comienzo de la velada se concentró en los asuntos de fondo: Corte Suprema, armas, aborto e inmigración.
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Clinton defendió su postura a favor del matrimonio igualitario y el derecho al aborto, vistos con desdén en el mundo conservador.

Trump respondió señalando que de ser presidente desginará magistrados conservadores al máximo tribunal estadounidense, actualmente en un empate 4-4 entre jueces progresistas y conservadores.

El magnate de 70 años también respaldó la Segunda Enmienda de la Constitución, que protege el derecho a poseer armas, y que a su juicio “está bajo asedio”.

Aunque también apoyó el derecho a las armas, Clinton dijo que eso “no está en conflicto con una regulación de sentido común”  para controlar su acceso, acusando a Trump de estar en el bolsillo del lobby armamentista.
“Tenemos las leyes más duras y una enorme violencia con armas de fuego”, replicó Trump.

“Vamos a sacarlos”

El contraste de posturas continuó en el tema migratorio, inyectado desde el inicio en la campaña especialmente por Trump que propone construir un muro en la frontera con México y deportar a los 11 millones que viven clandestinamente en Estados Unidos.

“Estamos recibiendo las drogas, y ellos el dinero. Necesitamos fronteras más fuertes”, dijo el empresario.

“Tenemos algunos hombres malos y vamos a sacarlos”, señaló.

Clinton, que defiende el intento del presidente Barack Obama por pasar una reforma migratoria, defendió la regularización de indocumentados.

“Así los empleadores no pueden explotarlos y reducir los salarios de los estadounidenses. Y Donald sabe mucho de eso”, dijo.

Trump llegó a la defensiva al último debate antes de los comicios del 8 de noviembre, golpeado en los sondeos por las acusaciones de conducta lasciva presentadas por varias mujeres tras la difusión de un video del 2005 en el que se jactaba de poder usar su fama para salirse con la suya con las mujeres.

Las últimas semanas han visto un aumento de la ventaja de Clinton sobre Trump, tanto a nivel nacional como en estados claves. La demócrata está adelante por 6.5 puntos, según un promedio de sondeos nacionales del sitio web Real Clear Politics.

Su ventaja es especialmente importante entre las mujeres que la prefieren 52% contra 37% para Trump, según una nueva encuesta de Quinnipiac.

Bill de nuevo presente

Los dos rivales se enfrentaron en todo tipo de temas: la economía, Rusia y el Estado Islámico.

Pero el debate, moderado por Chris Wallace, periodista de Fox News, preveía una atmósfera más agria.

El director de campaña Trump, Steve Bannon, señaló poco antes que algunos invitados del magnate iban a “exponer el sórdido pasado de Bill y Hillary”, en referencia a Clinton y su esposo, el expresidente.

En ese clima, el sitio ultraconservador Breitbart difundió el testimonio de una experiodista de televisión denunciando que Bill Clinton la había manoseado de forma indecente en tres oportunidades en 1980.
En los últimos días Trump insistió en casi cada alocución su denuncia de que la elección del 8 de noviembre será manipulada para garantizar la victoria de Clinton, un prospecto descartado por autoridades y expertos.

También se ha dedicado a golpear sin piedad a la prensa, a la que considera “deshonesta”  por divulgar constantemente “ficciones”  sobre él y la acusa de crear “un sistema retorcido que envenena la mente de los electores”.

La agresiva retórica de Trump sobre la posibilidad de un fraude electoral llevó a Obama a reclamar el martes que el polémico millonario “pare de quejarse”.

Correos electrónicos imborrables

Clinton también atraviesa su polémica propia por el uso de un servidor de correo electrónico cuando dirigía la diplomacia estadounidense.

En el último capítulo de ese escándalo, el FBI divulgó el lunes último un mensaje interno que sugiere que el Departamento de Estado estaba dispuesto a facilitar cargos para agentes del FBI en el exterior en caso que la policía federal aceptara modificar el nivel de clasificación del correo de Clinton. El Departamento de Estado negó enfáticamente las acusaciones.

¿Aceptará resultado?

En tanto, Donald Trump, dijo hoy que decidirá “en su momento”  si acepta el resultado de las elecciones presidenciales que le enfrentarán a la demócrata Hillary Clinton el 8 de noviembre.

“Se lo diré en su momento. Voy a mantener el suspenso”, respondió Trump interpelado por el moderador del último debate presidencial en Las Vegas, Chris Wallace, por si aceptará el resultado de la contienda.

El magnate neoyorquino alertó de que hay “millones de personas registradas para votar que no deberían estar registradas para votar”, al alimentar sus acusaciones de que las elecciones están amañadas en favor de Clinton.

Este rechazo de Trump choca con las declaraciones de su candidato a vicepresidente, Mike Pence, que aseguró que tanto él como su jefe de filas “aceptarán el resultado de las elecciones y la voluntad del pueblo estadounidense”.

Su hija, Ivanka Trump, también afirmó el miércoles que su padre “hará lo correcto” y se mostró confiada en que reconocerá la victoria de Clinton si sale derrotado de las urnas.

La demócrata, por su parte, criticó que Trump, con sus continuas insinuaciones de que las elecciones están amañadas de antemano, “debilita la democracia”  estadounidense.

El magnate neoyorquino también sugirió que las elecciones están manipuladas por el sesgo de los medios de comunicación.

Mujer repugnante

En un momento del debate, Trump dijo que Hillary Clinton es “una mujer repugnante”.

Trump hizo ese comentario cuando Clinton estaba hablando el miércoles en el último debate entre los candidatos a la presidencia sobre preservar la Seguridad Social y el Medicare, el seguro médico gubernamental para los ancianos.

Ella dijo que su plan para salvar ambos programas incrementaría los impuestos de la Seguridad Social para los ricos, incluida ella y Trump, “asumiendo que él no pueda dilucidar cómo evadirlo”.

Mientras ella continuaba hablando, Trump exclamó: “qué mujer tan repugnante”.

Clinton hizo caso omiso al comentario y completó la declaración de sus planes para la Seguridad Social y el Medicare.

  • Así fue el minuto a minuto del terce debate entre Hillary Clinton y Donald Trump

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