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Estudio: El 25% de los hombres japoneses llegan vírgenes a los 30 años

Cifras reveladas por el Instituto Nacional de Investigación sobre la Población de Japón revelaron que en ese país, un 25% de los hombres de treinta años, nunca ha tenido una relación sexual.

El estudio también reflejó que la tendencia es con progresión del 3% entre 1992 y el 2010, contrario a lo que ocurre con las mujeres japonesas de la misma edad vírgenes cuya tendencia ha disminuido desde 1992, 25% en el 2010 frente a más del 40% en 1992.

Pese a que por el momento no hay estadísticas internacionales para realizar comparaciones, las cifras parecen evidenciar que los japoneses tienen una vida sexual menos activa que el resto de países industrializados, publicó el diario español ABC en su sitio abc.es.

Curioso

Un estudio efectuado en el 2010 reflejó que un 30% de los japoneses dejaron de ser vírgenes antes de los 20 años, en tanto, los jóvenes europeos que sí lo hicieron con esa edad, son mucho más numerosos, algo que se evidenció en un sondeo hecho el mismo año por el fabricante de preservativos Durex, en donde más del 80% de alemanes ya había tenido un encuentro sexual.

¿La razón?

Como muchos fenómenos sociológicos en Japón, los investigadores profundizan en las causas económicas. La explicación sería las “dos décadas perdidas” después del estallido de la crisis financiera a principios de 1990, cita abc.es.

“Muchos hombres japoneses parecen haber perdido su confianza sexual con el debilitamiento económico”, explica Yoko Itamoto, un especialista sobre el mercado matrimonial en Japón. “Estos últimos veinte años, la situación ha sido muy difícil, muy competitiva para ellos”, añade. Sobre todo por el problema de los empleos precarios.

La publicación de ABC también se refiere al tema del “candor sexual” que puede provocar infinitos sufrimientos mentales y cita el caso del señor “Y”, un arquitecto próximo a celebrar sus 50 años de vida y que aún es virgen.              

El hombre cuenta que se enamoró dos veces, primero con 25 años y después hace dos años, pero terminó hundido en ambos romances. “Perdí mi orgullo. Perdí toda razón de vivir”, confiesa por teléfono. Incluso perdió diez kilos con cada ruptura, cita abc.es.

Mientras, un compatriota del señor “Y”, Takashi Sakai, se toma la vida con menos seriedad “No merece la pena ser pesimista”, “De todas formas, ser virgen no te mata”, concluye el reportaje.

Estudios

Medios electrónicos también citan que el estudio efectuado por la empresa de condones Durex en 2010 reveló datos interesantes.

Durex publicó que la edad promedio en la que las personas dejan la virginidad es a los 17.3 años.

Este mismo estudio que se aplicó en 41 países del mundo en 317 mil personas, encontró que al norte de Europa, en Islandia es donde prevalece la adolescencia más precoz del mundo ya que la edad promedio en que experimentan su primera relación sexual es a los 15.6.

Mientras que el polo apuesto se ubica en Asia, un ejemplo es India donde los jóvenes casi adultos deciden dejar la virginidad a los 19.8 años de edad, la diferencia de edades, entre cada uno de estos países representa aproximadamente 50 meses de diferencia.

Educación sexual e información

Otros estudios que se han realizado en este ámbito, señalan que la educación sexual que reciben los adolescentes es un factor determinante para que opten por experimentar su primer encuentro con otra persona.

Lo ideal según los expertos, es que desde la preadolescencia comiencen a recibir información por parte de personas capacitadas e informadas en la sexualidad; lo recomendable es que sean cátedras incluidas en el programa educativo y que duren por lo menos 24 meses ininterrumpidos.

Estos cursos regularmente se enfocan en dos vertientes, la primera es que los adolescentes prevengan riesgos y la segunda reducir riesgos y prevenir consecuencias; en la primera opción las estrategias de prevención de riesgo

promueven la abstinencia de la vida sexual activa.

En el segundo tipo de educación sexual se inclinan por la reducción del daño, se provee información integral de sexualidad y género, métodos anticonceptivos y la prevención de Infecciones de Transmisión Sexual.

Los resultados en ambos métodos son dispares, ya que promover la abstinencia no asegura que ésta se respete, pues se estima que solo dos de cada 100 personas la toman en consideración.

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