Internacional

Investigadores buscan cómplices de asesinos prófugos

Mientras los investigadores buscan a los posibles cómplices de los dos asesinos que escaparon de una cárcel de máxima seguridad, restan muchos interrogantes acerca de la fuga audaz.

¿Cómo es posible que nadie oyera a los presos cuando cortaban un muro de acero, derribaban ladrillos y entraban y salían de un caño?.

Y si los oyeron, ¿por qué callaron? ¿Cómo se ocultaron las huellas y los escombros de un trabajo que probablemente tomó varios días?.

¿Tuvieron acceso a planos u otra información que les permitiera encontrar el camino a través de las entrañas de la prisión?.

-Búsqueda se prolonga-

Y mientras la búsqueda se prolonga por cuarto día, surge una incógnita tenebrosa: “cómo continuaba el plan”, dijo Rick Mathews, director del Centro de Seguridad y Previsión de la Universidad de Albany.

“¿Adónde pretendían ir y cómo pensaban hacerlo?.”

Mientras los investigadores interrogaban a empleados de la prisión y contratistas externos para averiguar quién pudo proporcionar las herramientas eléctricas usadas en la fuga, la policía montaba retenes e inspeccionaba automóviles cerca de la Penitenciaría Clinton de Nueva York, cerca de la frontera con Canadá.

Pero las autoridades dijeron que David Sweat y Richard Matt ya podrían estar lejos, en Canadá o incluso en México.

Las autoridades advirtieron que los prófugos eran hombres peligrosos y dispuestos a todo, y algunos vecinos se mostraban inquietos.

La cárcel con 3 mil presos se encuentra en el medio de la pequeña población de Dannemora, cerca de la frontera con Canadá. Pero otros pensaban que ya se encontraban lejos.

“Siempre hacemos bromas. Estamos tan cerca de la prisión que éste es el último lugar donde un preso quisiera estar”, dijo Jessica Lashway mientras esperaba el ómnibus con sus niños a pocos metros de la enorme fortaleza.

-Ofrecen reompensa –

La búsqueda de dos asesinos que se escaparon de una prisión del estado de Nueva York cerca de la frontera canadiense se intensificó después que se ofreció una recompensa de cien mil dólares por la información que permita su captura.

El gobernador Andrew Cuomo advirtió que podrían haber cruzado al Canadá o a otro estado.

Investigadores interrogaron a trabajadores de la prisión y contratistas externos para investigar quién pudo haber ayudado a dos asesinos a obtener las herramientas que utilizaron para salir de la institución de máxima seguridad en un atrevido escape.

La búsqueda se extendió a un tercer día, en el que los agentes entrevistaron a conductores y revisaron camiones en puestos de control, aunque las autoridades dicen que David Sweat y Richard Matt podrían estar en cualquier lugar, quizá en México o Canadá.

Dado que las autoridades han advertido que los hombres están desesperados y son peligrosos, algunos residentes estaban nerviosos por el escape de la prisión cerca de la frontera canadiense.

Pero otros consideran que los asesinos ya están lejos.

-Operación de escape –

Sweat, de 24 años, y Matt, de 48, atravesaron una pared de acero, cruzaron a gatas una plataforma, tumbaron un muro de ladrillos, entraron y salieron de un tubo de calefacción, y salieron por una alcantarilla para su escape, que fue descubierto el sábado recién pasado temprano, dijeron las autoridades.

Llenaron sus camas con ropa para engañar a los guardias cuando hacían sus rondas y dejaron una nota que decía: “Tengan un buen día”.

En su huida, según las autoridades, los prófugos cortaron una pared de acero, utilizaron una estrecha pasarela, abrieron un agujero en una pared de ladrillos y en una tubería de acero y al final cortaron la cadena y el cerrojo de una tapa de alcantarilla que daba afuera de la prisión.

La maniobra trajo a la mente la película de 1994 The Sawshank Redemption —conocida como Sueños de Libertad o Cadena perpetua en algunos países—, una adaptación de la novela de Stephen King sobre la minuciosa fuga preparada por un recluso.

Las autoridades dijeron que era la primera fuga que se registraba en el sector de máxima seguridad de la cárcel, construida en 1985.

Los presos podrían haber recibido asistencia desde de la prisión, quizá reuniéndose con alguien que los ayudó a abandonar la zona, según los investigadores.

Las autoridades instalaron retenes y echaron mano de helicópteros y perros adiestrados. Centenares de agentes fueron desplegados alrededor de la prisión, ubicada a unos 32 kilómetros de la frontera con Canadá, y se recibieron una decena de avisos.

La prisión, conocida como “Pequeña Siberia” por los vecinos de la zona, aloja a casi 3 mil presos protegidos por unos mil 400 empleados.

La cárcel está rodeada de campos de granjas y bosques, a apenas 45 minutos en auto de Montreal.

Los presos podrían haber pasado a Canadá o a otro estado, indicó Cuomo.

“Se trata de una situación de crisis para el estado” , afirmó.

“Estos son hombres peligrosos capaces de cometer crímenes graves nuevamente” , apuntó.