Según un reporte de eldiario.es la Comunidad de Madrid anunció el miércoles 8 de abril que 4,750 personas murieron en residencias desde el 8 de marzo. Solo 781 dieron positivo y otras 3,479 presentaron síntomas compatibles con los del covid-19, pero no se consideran casos confirmados porque no se les hicieron las pruebas antes morir.
En total, 15.238 personas fallecieron a causa de esta epidemia, 683 en las últimas 24 horas contra 757 el día anterior, un ligero descenso tras dos días consecutivos de incrementos, según datos del ministerio de Sanidad.
“El incendio que desató la pandemia comienza a estar bajo control”, dijo el jefe de gobierno socialista Pedro Sánchez en una sesión en el Congreso para ratificar la prórroga hasta el 25 de abril del confinamiento iniciado a mediados de marzo.
El dirigente español, además, advirtió que será necesario más tiempo. “Estoy convencido de que, dentro de quince días, tendré que volver a prorrogar el estado de alarma”, que le permite aplicar la cuarentena, “porque, evidentemente, no habremos puesto fin a la pandemia”, afirmó.
Pero los balances oficiales son cada vez más discutidos, dado que podrían subestimar la mortalidad total al incluir únicamente a quienes dieron positivo de COVID-19 cuando no hay tests para todos los casos sospechosos.
La derecha ataca al gobierno
Las discrepancias cristalizaron en un Congreso casi vacío, con una séptima parte del aforo habitual para respetar las medidas de distanciamiento social. La sesión empezó con un minuto de silencio para las víctimas del coronavirus pero rápidamente derivó en trifulca política.
“Los españoles merecen que no les mienta, los españoles merecen que les diga la verdad”, le espetó a Sánchez el líder del conservador Partido Popular (PP), Pablo Casado.
“España es el país del mundo con más fallecidos por millón de habitantes (…) ¿No va a pedir perdón a nadie?”, insistió.
Aunque dijo apoyar la prórroga del confinamiento, Casado acusó al gobierno de haber subestimado la epidemia, mentir en los balances, poner en peligro a los profesionales de la salud al no darles suficiente material de protección y arruinar al país al paralizar durante diez días la actividad económica no esencial.
Esta última medida, aplicada desde el 30 de marzo hasta este 9 de abril, había sido solicitada previamente por su Partido Popular que, además, ostenta el poder regional en Madrid, donde el brote causó mayores estragos.
“Mientras en todos los países la pandemia ha servido para minimizar las rivalidades políticas, en España está sirviendo para enconar la confrontación política”, lamentó Sánchez, que reclamó repetidamente “lealtad y unidad”.
“No bajar la guardia”
Después de casi un mes de confinamiento, las autoridades destacan haber contenido la epidemia pero piden a la población mantener el respeto a las medidas de distanciamiento social para poder “aplanar la curva” y quitar presión a los hospitales.
Los casos oficialmente diagnosticados ascienden a 152.446, con un ligero descenso de nuevos contagios respecto al día anterior, y el total de recuperados se sitúa en 52,165 personas.
“La tasa de crecimiento y la velocidad con la que se está propagando la enfermedad está disminuyendo”, dijo la doctora María José Sierra, del centro de emergencias sanitarias.
De crecer diariamente en niveles alrededor del 30%, los contagios y fallecidos aumentan ahora por debajo del 5%, pero el balance diario de contagios sigue superando a las personas dadas de alta.
“Nuestra prioridad ahora es no desandar el camino, no volver bajo ningún concepto al punto de partida, no bajar la guardia”, indicó Pedro Sánchez.
Desde el 14 de marzo, los casi 47 millones de españoles no pueden salir de casa excepto para ir a trabajar o para realizar actividades básicas como comprar comida o medicamentos.
Aunque el gobierno permitirá a partir del lunes que se retomen las actividades no esenciales, advierte que el levantamiento de restricciones será muy paulatino.
La polémica no es exclusiva de España, eldiario.es también apunta que en Estados Unidos, por ejemplo, se estima que se puede tardar entre dos y tres años en tener una estimación de muertos más cercana a la realidad. En Nueva York, epicentro de la epidemia en Estados Unidos, ya se van a contar aparte los casos “sospechosos” de personas muertas en su casa, pero a las que no se les hizo el test.
Con información de AFP y eldiario.es