“No hay medicamentos, no hay comida, los ancianos tienen que levantarse de madrugada para hacer cola” en las tiendas, se indigna Lora Monroy, instalada en España desde hace 13 años y cuya familia vive en Maracay, en el centro de Venezuela.
“¡Es por eso que queremos un referéndum ya!”, añadió, en referencia a la reivindicación de la oposición venezolana, que demanda una consulta para revocar al presidente Maduro antes de fin de año y elecciones anticipadas.
“Queremos recuperar nuestro pais”, afirma Karen Goncalves, de 19 años, que llegó a España hace tres meses para tener “un mejor futuro”.
En su ciudad de origen, Valencia (tercera ciudad de Venezuela), su familia “tienen negocios pero claro, se están viniendo a la quiebra porque faltan mercancías, faltan los insumos, faltan la divisas para comprar las cosas de afuera… hay que cruzar la frontera con Colombia para comprar cosas que vender en nuestros negocios”, dice esta joven niñera que acude a todas las manifestaciones de la oposición.
Venezuela, muy dependiente de sus ingresos petroleros, vive un periodo de fuertes penurias tras el desplome del precio del crudo, y faltan incluso productos de primera necesidad.
Madrid es una de las ciudades del mundo con mayor número de venezolanos expatriados, junto con Miami (Estados Unidos) y Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias, España).
Venezuela, presidida desde el 2013 por Nicolás Maduro, sucesor del difunto presidente Hugo Chávez (1999-2013) atraviesa una grave crisis política, con la presidencia y el parlamento, dominado por la oposición desde las legislativas de diciembre del 2015, están inmersos en una guerra de desgaste.