Internacional

 Nuevo sismo de magnitud 6.1 sacude la costa de Ecuador

Un nuevo sismo de magnitud 6.1 golpeó la costa de Ecuador, casi cuatro días después de que ese país se viera sacudido por un terremoto de magnitud 7.8, anunció el miércoles el Instituto de Estudios Geológicos de Estados Unidos  (USGS) .

Rescatistas españoles buscan sobrevivientes del terremoto en Manabí, Ecuador. (EFE).

Rescatistas españoles buscan sobrevivientes del terremoto en Manabí, Ecuador. (EFE).

El sismo, que el Instituto Geofísico  (IG) de Ecuador cifró en 6,3 grados, es uno de los de mayor intensidad desde el potente terremoto del sábado.

El epicentro del temblor, que se produjo a las 08.33 GMT, (2.33 hora de Guatemala) a una profundidad de 15,7 kilómetros, se ubicó a 25 km de Muisne y a 73 km de Propicia, indicó el USGS. Las autoridades no activaron la alerta de tsunami.

Según un equipo de  AFP  sobre el terreno, el sismo fue muy prolongado y generó alarma entre el personal que participa de las tareas de rescate de Pedernales, considerado el epicentro del terremoto del sábado, sin que por ahora se hayan reportado nuevos daños.

Más de 400 réplicas de diferente magnitud se han sentido tras el sismo del sábado, y los expertos esperan que continúen en los próximos días en este país declarado “en estado de excepción” .

El USGS indicó en su página web que el temblor se había sentido de forma débil en la capital, Quito y en Guayaquil  (suroeste) .

El sábado, un terremoto de magnitud 7,8 golpeó la costa ecuatoriana, dejando al menos 480 muertos, pero el balance podría aumentar drásticamente, ya que aún hay 1.700 desaparecidos..

Buscan a desaparecidos

Casi cuatro días después del potente terremoto que dejó 480 muertos y mil 700 desaparecidos en la costa ecuatoriana, los sobrevivientes empiezan a notar este miércoles los efectos de la escasez de agua y víveres, que se suman a los frecuentes cortes de luz.

 “No tenemos agua, ni alimentos. Las tiendas o están cerradas o venden muy caro. Algunas pasaron los precios de uno a cinco dolares” , reclama a la  AFP  Andrés Mantuano, en la ciudad de Manta  (en la provincia de Manabí, oeste, de lejos la más afectada) .

En este puerto pesquero, como en casi toda la costa del Pacífico ecuatoriano, el mal estado de las carreteras  (que dificulta la distribución) , el temor a saqueos y la inestabilidad de los edificios han llevado a cerrar las puertas de muchos comercios, e incluso algunos pasan las horas protegidos por las fuerzas de seguridad.

Y la ausencia de lo básico, sobre todo agua y alimentos, comienza a irritar a la población.

“En 25 minutos nos llegan miles de raciones más. Un poco de paciencia” , respondió megáfono en mano el presidente Rafael Correa ante las quejas de los ciudadanos en una visita a esta localidad que más parece una zona de guerra.

El ministro coordinador de la Producción, Vinicio Alvarado, dijo tener información de que “por acción desesperada se llega a medidas de invasión de la propiedad privada y eso obligó a que muchos negocios tengan que cerrar” .

Mientras tanto, más de 900 socorristas, bomberos, médicos y especialistas de 20 países, entre ellos Colombia, Chile, México, Venezuela y España, continúan buscando —sin descanso y con perros adiestrados— señales de vida entre los escombros.

Sin embargo, muchas veces los familiares se desesperan por la demora en la remoción de restos mientras el olor de los cuerpos en descomposición se vuelve más intenso.   

Ayuda internacional

Según el último balance oficial, al menos 480 personas murieron, otras cuatro mil 605 están heridas y unas mil 700 siguen desaparecidas tras el violento terremoto de 7,8 grados, el peor en casi 40 años. Pero las autoridades advierten que esas cifras seguirán aumentando en las próximas horas.

Ciudadanos británicos, dominicanos, colombianos, canadienses y cubanos se encuentran entre los fallecidos, según la cancillería, cuya línea telefónica abierta las 24 horas ha recibido unas mil 700 llamadas diarias de quienes buscan a sus seres queridos.

El sismo dejó unos 800 edificios derruidos, 600 edificaciones afectadas, y numerosas carreteras reventadas e infraestructuras colapsadas en zonas turísticas, unos daños que Correa calculó en USD tres mil millones, “dos o tres puntos del PIB” , lo cual es otro duro golpe para ese país ya severamente azotado por la caída del precio del petróleo.

Varios países ofrecieron su ayuda al gobierno ecuatoriano.

Estados Unidos enviará un equipo de la Agencia Estadounidense de Ayuda para el Desarrollo Internacional  (USAID) para participar en “la distribución de ayuda de emergencia” , mientras que Cuba envió una brigada médica especializada y un equipo de socorristas.

Este miércoles, tiene previsto partir de Colombia una avión de la Fuerza Aérea con más de 2.000 carpas y otros productos de primera necesidad, que se suman a los miles de brigadistas y decenas de miles de galones de agua potable mandados hace días.

Otros países que han mandado ayuda son México, Panamá, España, Chile y Bolivia.

“Ya han repartido las raciones”

En Pedernales, un balneario a 180 km al norte de Manta y epicentro del terremoto que dejó la ciudad de 60.000 habitantes destruida, un pequeño campo de fútbol se ha convertido en el Centro de Operaciones de Emergencias  (COE) , que incluye una morgue, un centro de atención médica y una central de distribución de productos básicos.

“Venimos a pedir comida, pero no hay, ya han repartido las raciones” , comentó a la  AFP  Gema Guillén, madre de tres hijos que perdió la casa y cuya familia “está durmiendo en la tierra” .

Ahí se reparten ropa, alimentos y medicinas, papel higiénico y pañales llegados gracias a donaciones públicas y de particulares de todo el país. En supermercados de Quito muchos clientes compran esos productos para mandarlos a las zonas afectadas, constató la  AFP .  

Según Unicef, unos 150 mil niños fueron afectados por el sismo.

Centenas de réplicas de diferente magnitud se han sentido tras el sismo del sábado, y los expertos esperan que continúen en los próximos días en ese país declarado “en estado de excepción” .

Pese a ello, subidos sobre las montañas de escombros, los bomberos siguen sus tareas de rescate, y algunos cuestionan la rapidez con la que algunas brigadas usaron las excavadoras.

“Lastimosamente no permitieron las 72 horas que se debe permitir para que los grupos trabajen en su parte de operaciones. Desde el domingo ya hicieron remoción con maquinaria pesada, reduciendo mucho los espacios de vida en la estructura” , declaró a la  AFP  el teniente Ricardo Méndez, comandante de socorristas de los bomberos de la ciudad colombiana de Pasto.

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