Internacional

Pandilleros se infiltraron en cuerpos de seguridad salvadoreños

Los pandilleros o personas ligadas a estos que se infiltraron en los cuerpos de Seguridad de El Salvador entre el 2010 y el 2016 rondaron los 600.

Un integrante del Ejército de El Salvador vigila una zona asedidada por las pandillas en ese país. (Foto Prensa Libre: AFP).

Un integrante del Ejército de El Salvador vigila una zona asedidada por las pandillas en ese país. (Foto Prensa Libre: AFP).

Informes estadísticos del Ejército, la Inspectoría General de la Policía y de la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP) dan cuenta de que entre el 2010 y el 2016 un total de 588 agentes fueron expulsados por pertenecer a las “maras” o estar involucrados con las mismas: 529 del Ejército; 43 de la ANSP y 16 de la Policía Nacional Civil (PNC).

El 2015 fue el año en que fueron sacados más integrantes de los cuerpos de Seguridad con 298, seguido del 2014 con 101 y el 2016 con 74; los años restantes se mantienen entre los 16 y 56 expulsados.

Diferentes autoridades salvadoreñas han señalado que las pandillas buscan infiltrarse en las instituciones de seguridad para abastecerse de uniformes, armas y para adquirir adiestramiento para multiplicarlos al interior de sus estructuras.

529 agentes del Ejército
43 de la Academia Nacional de Seguridad Pública
16 de la Pollicía Nacional Civil


Herard von Santos, historiador militar e investigador en temas de seguridad, sostiene que son tres las generaciones de pandilleros que han que han querido infiltrar los cuerpos de Seguridad.

“Los primeros pandilleros que llegaban queriendo infiltrarse eran bien burdos, todavía se les veían las marcas, perforaciones, su hablado no era nada refinado, se quemaban (delataban) ellos solos”, comenta.

Añadió que los pandilleros de tercera generación ya son “personas extraídas de los lugares donde se han desarrollado como pandilleros” para vivir en zonas sin presencia de pandillas para borrarles el historial de conexiones.


En diciembre del 2015, el portavoz de la Presidencia salvadoreña, Eugenio Chicas, reconoció en una entrevista la infiltración de pandilleros a los cuerpos de Seguridad, pues “estas instituciones se nutren de jóvenes de la sociedad y las pandillas están ahí”.

El Gobierno salvadoreño acusa al Barrio 18, Mara Salvatrucha (MS13) y otras pandillas minoritarias de mantener lo índices de asesinatos que sitúan al país como uno de los más violentos del mundo.

El Salvador registró entre enero y octubre del 2016 un total de cuatro mil 585 homicidios, con los que superó la tasa de 70 asesinatos por cada 100 mil habitantes, la cuarta más alta registrada desde inicios del siglo XXI en el país centroamericano.

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