Internacional

Eclipse y superluna ofrecen una imagen poco común

Los aficionados a la astronomía disfrutaron de la un fenómeno astronómico poco habitual de madrugada, cuando un eclipse total de Luna se combinó con la llamada Superluna.

En Estados Unidos, Europa, África y Asia occidental podía verse el efecto, si el clima lo permitía, el domingo recién pasado por la noche o este lunes de madrugada.  


Se trata de la primera vez que ambos sucesos coinciden desde 1982, y no volverá a ocurrir hasta el 2033.       

Cuando la Luna llena está en su posición más cercana a la Tierra, parece ligeramente más grande y brillante de lo normal, y tiene un tono rojizo. 

 
Eso coincide con un eclipse total de luna, en el que la Luna, la Tierra y el Sol se alinean y la sombra de la Tierra oscurece por completo la Luna.       

El fenómeno dura en torno a una hora, y por ejemplo se registró en la costa este de Estados Unidos a las 10:11 de la noche EDT. En Europa, pudo verse antes del amanecer de este lunes. 

Una gran multitud llenó el jardín del Observatorio Griffith de Los ngeles para ver el espectáculo mientras escuchaba la “Sonata Luz de Luna” de Beethoven, interpretada por el pianista de 14 años Ray Ushikubo. 

“Uno siempre quiere ver el eclipse, porque siempre son diferentes” , comentó el astrónomo Edwin Krupp, director del destacado observatorio.       

“Lo que vemos esta noche será diferente del último fenómeno: lo oscura que es, lo roja que es. Siempre es interesante de ver” , dijo Krupp, explicando que el componente extra de la atmósfera terrestre supone otra variable en el fenómeno.

En Guatemala, el doble espectáculo fue visible en departamentos como Zacapa, Izabal y Chiquimula, donde la lluvia y las nubes cedieron para que los pobladores pudieran observar el fenómeno.

Aunque se encontró aproximadamente a 354.000 kilómetros (220.000 millas), apareció más grande y brillante de lo normal. De hecho, fue la Luna llena más cercana del año, a una distancia de 48.000 kilómetros (30.000 millas) menos que el promedio —la órbita de la Luna dista de ser circular.

Noah Petro, científico planetario de la Nasa, esperaba que el fenómeno celeste despertara mayor interés en la Luna. Como subdirector del proyecto Sonda Orbitante Lunar (LRO, por sus siglas en inglés), estudia la Luna a partir de su órbita desde 2009.

“La Luna es un lugar dinámico”, dijo Petro. “Desde el LRO hemos visto cambios en la superficie de la Luna. Vemos que no es un cuerpo celeste estático y muerto… Es un gran objeto astronómico que tenemos en nuestro patio trasero… La gente debería salir a mirarlo”.

Muchos astrónomos, tanto aficionados como profesionales, rechazaron el término “Superluna”, ya que la diferencia visible con la Luna regular fue leve.

“No es como la diferencia entre un hombre común y Superman”, dijo Alan MacRobert, jefe de redacción de la revista Sky & Telescope. “Habría que decir que es una Luna levemente más grande, no una superluna”.

El eclipse total duró más de una hora y fue visible en América del Norte y el Sur, Europa, África y Asia occidental. El telón se alzó a las 22:11 hora del este de Estados Unidos (0211 GMT), cuando la Luna, la Tierra y el Sol estuvieron perfectamente alineados y la sombra de la Tierra cubrió el satélite.

En Europa, la acción sucederá antes de la madrugada del lunes. Sin importar el lugar, el espectáculo previo comenzará dos horas antes.

No habrá otro eclipse lunar hasta 2018.

El eclipse marca el final de una tétrada, o una serie de cuatro eclipses lunares con una diferencia de seis meses entre cada uno. Esta serie inició en abril del 2014.

El siglo XXI será testigo de ocho de estas tétradas, una corrida poco común. Entre 1600 y 1900 no hubo ninguna.
Los observatorios celebraron el evento celestial con una observación pública por telescopio, aunque no fueron necesarios; el eclipse se vio fácilmente visible a simple vista. Los astrónomos recomiendaron sólo mirar al este.

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