Internacional

Trump reafirma en Phoenix que México pagará por el muro

El candidato presidencial republicano, Donald Trump, reiteró este miércoles que México pagará la construcción de un gigantesco muro en la frontera sur de Estados Unidos, poco después de una polémica reunión con el mandatario mexicano Enrique Peña Nieto.

Donald Trump, candidato republicano presidencial 2016, al momento de ingresar al centro de convenciones de Phoenix, Arizona. (Foto Prensa Libre:AP).

Donald Trump, candidato republicano presidencial 2016, al momento de ingresar al centro de convenciones de Phoenix, Arizona. (Foto Prensa Libre:AP).

“Vamos a construir un gran muro en la frontera sur”, dijo Trump ante la ovación de seguidores durante un acto de campaña realizado en Phoenix (Arizona).

“Y México va a pagar por el muro, créanme, 100%”, añadió. “Todavía no lo saben (…) y son gente grandiosa y líderes grandiosos, pero van a pagar por el muro”.

Trump había abordado el espinoso tema pocas horas antes en un mensaje conjunto a la prensa luego del inesperado encuentro realizado en la residencia presidencial mexicana de Los Pinos.


“Estados Unidos tiene el derecho de construir un muro fronterizo”, dijo Trump al destacar que la frontera común de más de 3.200 kilómetros es fuente de criminalidad, narcotráfico y tráfico ilegal de indocumentados.

Peña Nieto no tuvo una respuesta inmediata y fue más tarde cuando lo retomó en la red social Twitter, escribiendo que “al inicio de la conversación con Donald Trump, dejé claro que México no pagará por el muro”.

Pero el magnate mantuvo firme su polémica promesa que hizo cuando lanzó su candidatura hace más de un año, detallando que desde el primer día de su eventual presidencia trabajará en la construcción de un “impenetrable, alto, poderoso y bello muro en la frontera sur”.

“México trabajará con nosotros. Absolutamente creo eso. Y especialmente después de reunirme con su maravilloso, maravilloso presidente hoy”, añadió.

El magnate neoyorquino comenzó su discurso destacando la reunión que sostuvo con Peña Nieto en la sede del gobierno mexicano, en donde, a pesar de que dijo respetar a los mexicanos no se disculpó por los insultos que ha proferido a lo largo de su campaña.

Trump citó una serie de casos en donde ciudadanos estadounidenses han muerto a manos de inmigrantes indocumentados y afirmó que la migración ilegal hace daño a ambos países.

Trump prometió que agilizará las deportaciones y para cumplir tal fin afirmó que duplicará el número de agentes fronterizos encargados de capturarlos y expulsarlos.

No a la regularización

El candidato presidencial republicano prometió que de llegar a la Casa Blanca excluirá cualquier ruta a la regularización para los inmigrantes que entren de manera clandestina a Estados Unidos.

Expuso que ordenará la detención inmediata de todos los inmigrantes que se sepa que residen en Estados Unidos sin permiso y que hayan sido arrestados por crímenes.

Señaló que en el primer día en la Casa Blanca “emitirá órdenes de detención contra inmigrantes ilegales que estén arrestados” e iniciará de inmediato procesos para expulsarlos del país.

Respecto a las personas que sean detenidas cruzando la frontera ilegalmente, Trump hizo referencia a la “Operación Espalda Mojada” de la década de 1950. Dijo que “los llevaremos grandes distancias” en lugar de enviarlos sólo al otro lado de la frontera estadounidense.

“Los llevaremos al país del que vinieron”, agregó.

Trump dijo que su gobierno tomará una línea dura contra extranjeros criminales e indicó que Estados Unidos “los sacará el Día Uno”.

Entre aplausos atronadores, Trump añadió que propugnará por una ley para bloquear fondos federales a las llamadas ciudades santuario que albergan inmigrantes que están en el país ilegalmente.

“Nuestro mensaje al mundo será: no puedes obtener estatus legal o convertirte en ciudadano de Estados Unidos entrando ilegalmente a nuestro país”, dijo Trump en su acto de campaña en Phoenix.  “Esta sola declaración detendrá la crisis de cruces ilegales”, añadió.

Trump hizo esta advertencia al desarrollar su esperado programa migratorio, del que muchos esperaban síntomas de moderación pero en el que mantuvo muchas de sus antiguas propuestas y ofreció mano dura a los inmigrantes.

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