Internacional

Ucrania recuerda a las víctimas de Chernóbil

El Gobierno de Ucrania recordó el martes con un minuto de silencio a las víctimas de la catástrofe nuclear de Chernóbil, ocurrida hace 30 años.

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Una mujer deposita flores en el monumento de las víctimas de Chernobyl en la capital ucraniana de Kiev. (AFP).

El presidente Petro Poroshenko depositó en la mañana del martes, junto con el primer ministro Vladimir Groisman y el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, flores en el monumento a los “héroes de Chernóbil” en la capital ucraniana. Durante la ceremonia sonó el himno nacional y una guardia de honor disparó salvas.

Para la tarde del martes está prevista una visita de Poroshenko a las ruinas de la central nuclear de Chernóbil, en el norte del país, para recordar a los denominados “liquidadores” que trabajaron en el complejo atómico para intentar mitigar las consecuencias de la catástrofe.

La Iglesia ortodoxa rusa consagró hoy en recuerdo de los “liquidadores” una iglesia cerca de Belgorod. El templo, situado en la región afectada por la radiación de Chernóbil, es el primero en Rusia en ser dedicado a esos trabajadores, muchos de los cuales trabajaron sin protección alguna y murieron poco tiempo después.


El Gobierno ucraniano anunció el lunes que aumentará con efecto retroactivo al 1 de enero del 2016 las gratificaciones otorgadas a los “liquidadores”, que benefician a unas 10.000 personas, hasta una cantidad mensual equivalente a unos 73 euros (82 dólares).

El 26 de abril de 1986 explotó el reactor número 4 de la central nuclear soviética de Chernóbil tras un experimento fallido. Amplias zonas de Ucrania, Bielorrusia y Rusia fueron declaradas inhabitables a causa de la elevada radiación.

Más de 100.000 personas tuvieron que ser reubicadas. Según cálculos de algunos expertos, decenas de miles de personas murieron como consecuencia de los efectos tardíos del desastre nuclear.

Incógnita sobre cifra de muertos

Durante 10 días, el combustible nuclear ardía, expulsando a la atmósfera elementos radioactivos que según ciertas estimaciones contaminaron hasta tres cuartas partes de Europa, pero sobre todo Ucrania, Bielorrusia y Rusia, en aquel momento repúblicas soviéticas.

Moscú intentó al principio esconder el accidente. La primera alerta pública fue dada el 28 de abril por Suecia, que había detectado un aumento de radioactividad. El jefe de Estado soviético, Mijail Gorbachov, no habló públicamente del incidente hasta el 14 de mayo.

Una vez que las autoridades reconocieron el accidente, un total de 116 mil personas tuvieron que dejar sus hogares situados en la zona de exclusión, a la que hoy en día siguen sin poder volver. En los años siguientes, otras 230 mil personas fueron desalojadas.

Hoy en día cerca de cinco millones de ucranianos, rusos y bielorrusos viven en zonas donde la cantidad de radiación es alta.

En cuatro años, unas 600 mil personas, principalmente militares, policías, bomberos y funcionarios, trabajaron como “liquidadores”  para contener el incendio nuclear y crear una barrera de hormigón para aislar el reactor.


Actualmente, el balance humano de la catástrofe sigue siendo polémico. Según el Comité Científico sobre los Efectos de la Radiación Atómica de la ONU  (UNSCEAR) hubo 30 muertos entre los agentes enviados a contener los efectos del accidente en los días siguientes al desastre.

Un controvertido informe publicado por la ONU en el 2005 estimó en “cerca de cuatro mil  las víctimas en los tres países más afectados. Un año después, la organización ambientalista Greenpeace situó la cifra en cerca de cien mil.

Pesa a la catástrofe, otros tres reactores de Chernóbil siguieron produciendo electricidad hasta diciembre del año 2000.

El “sarcófago”  de hormigón construido rápidamente en 1986 amenaza con desplomarse y exponer al aire 200 toneladas de magma altamente radioactivo.

Para evitar una nueva catástrofe, la comunidad internacional se ha comprometido a financiar la construcción de una nueva protección, más segura. Un gigantesco arco impermeable en acero, cuya duración está estimada a cien años como mínimo, ya está construido y debería estar plenamente operativo a finales del 2017.

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