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Río Motagua se encuentra en abandono

El río Motagua está casi perdido, porque se ha convertido en un inmenso basurero. Los agricultores no pueden usar sus aguas para riego, porque si no se tratan con potentes químicos pueden matar las plantaciones de inmediato, por la alta contaminación.

La cantidad de basura en la ribera del río Motagua quedó registrada en el estudio del 2009. La fotografía de la derecha, tomada en junio, muestra que nada se ha hecho y que el problema se ha incrementado en los últimos seis años.

La cantidad de basura en la ribera del río Motagua quedó registrada en el estudio del 2009. La fotografía de la derecha, tomada en junio, muestra que nada se ha hecho y que el problema se ha incrementado en los últimos seis años.

El ganado no puede beber el agua, por el riesgo de muerte, y tampoco puede ser consumida por la población, por la saturación de heces, pesticidas y metales pesados.

El río más extenso del país está en peligro de muerte, y podría causar una crisis de salud en núcleos familiares que subsisten en sus cercanías.

La contaminación es reflejo del olvido de las autoridades para atender el río, pues desde el 2009 hubo una alerta sobre el problema por parte de la Western Foundation of Vertebrate Zoology (WFVZ), que efectuó evaluaciones durante ocho años y medio en la zona, pero no hubo seguimiento.

La WFVZ es una institución museográfica de Los Ángeles, California, y su director es el biólogo guatemalteco René Corado, quien asegura que en la primera semana de junio de este año comprobó que la contaminación del Motagua es peor que la observada hace seis años.

Dijo que después de haber entregado el informe al Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap), el museo organizó un foro para hablar sobre el problema de contaminación, pero las autoridades de esa entidad no asistieron.


“El estudio lo hicimos con recursos del museo. Después de haber entregado ese informe, no hemos hecho más análisis, porque nadie nos escuchó; pero estamos a tiempo de salvar el río”, dice Corado.

informe

En el 2001, la WFVZ llegó al país para hacer una investigación sobre aves, huevos y nidos. Durante su trabajo en el Valle del Río Motagua se observó la contaminación.

El informe reveló que el río está afectado por la basura y que después de la temporada de lluvia —entre mayo y octubre— los materiales, en su mayoría plástico, se quedan atrapados en la vegetación de la ribera, y las aves los incorporan a sus nidos, “por la abundancia” de estos.

Corado comentó que, en la observación del 2015, la cantidad de basura encontrada es mayor, por lo que el río ya se puede considerar “un basurero”.

También se agravó el problema de la contaminación con bacterias E. coli originada por heces, lo que causa graves problemas intestinales.

Según el informe, los agricultores tratan el agua con “potentes productos químicos” antes de regar su plantaciones; de lo contrario, estas podrían morir casi inmediatamente después de ser regadas.

El biólogo indica que la situación es más alarmante ahora pues, según vecinos, el olor del río es insoportable y el ganado no puede beber el agua, por riesgo de muerte.

“El problema es que las personas siguen usando esa agua porque el río atraviesa varias aldeas. El año pasado, la gente todavía pescaba y organizaba actividades familiares para comer a orillas del río. Esto puede ocasionar un problema grande, no solo para la fauna, sino para las personas”, previene Corado.

A esa situación se suma la presencia de metales pesados y pesticidas, como el DDT, cuyo uso fue prohibido en la mayoría de países desde 1970 porque su efecto tóxico se conserva durante más de 10 años después de aplicarlo.

Los altos niveles de cobre, cinc, hierro y manganeso tienen repercusiones en la flora y la fauna, según la investigación.

“Si se espera más tiempo, se va a perder el río”, teme el biólogo.

Las amenazas

En el 2009 se advirtió de que las principales amenazas para el Valle del Motagua tenían que ver con prácticas agrícolas incompatibles, “lo que ha causado la conversión del 30% al 50% del bosque espinoso en área para la agricultura y pasto”. El pastoreo intensivo ha determinado que se compacte el terreno y sea invadido por hierbas exóticas.

El desarrollo de plantas hidroeléctricas también se presenta como un problema, porque “ha alterado el régimen del flujo normal del río”. Se alertó sobre la extracción de productos forestales no madereros, como cacto y bromelias para venta y exportación.

“Dada la gravedad de la basura y la contaminación fecal del río más grande de Guatemala, junto con la presencia de DDT y metales pesados en los huevos de algunas especies de aves, es altamente recomendable que los ministerios de Ambiente y de Salud centren su atención en los problemas de contaminación”, recomendó la WFVZ.

Sin seguimiento

Según Corado, desde que se presentó el informe, en el 2009, ni el Conap ni ninguna otra autoridad contactó a esa entidad para buscar una solución.

Prensa Libre consultó en el Ministerio de Ambiente y en el Conap sobre el seguimiento que se dio al informe y las acciones para reducir la contaminación en el Motagua.

En la citada cartera se informó que durante el 2014 se hizo una inspección en el río para determinar el grado de contaminación, por lo que se verificó el recorrido, desde El Progreso a Izabal, y después hacia Quiché. Se concluyó que el río se altera en su paso cerca de la capital, pues recibe todos los residuos y desechos de la zona norte.

El proyecto, sin embargo, se detuvo a principios de este año. No se informó cuáles fueron las causas.

En el caso del Conap, se indicó que no había registro de la entrega del informe en el 2009. Se dijo que en la mayoría de casos un proyecto se puede ejecutar cuando va acompañado de apoyo financiero, pero si no hay recursos, es poco probable que se le dé seguimiento.

“Si se trabaja y se ponen plantas de tratamiento, el río se puede rescatar; solo se necesita gente que quiera hacerlo”, dice Corado.

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