El quetzal se alimenta de mariposas, grillos, reptiles pequeños como lagartijas, cuatetes y lombrices, además de frutos como el aguacatillo, tepeaguacate, repemiste, pastaste, patastillo y cerecillo, entre otros.

Expertos han corroborado que cuando la hembra sale a comer, es el macho el que se encarga de empollar los huevos.

A consecuencia de la pérdida de su hábitat y la caza, el ave se encuentra en peligro de extinción.

Origen de una leyenda

De entre las tradiciones e historias asociadas al quetzal, la más famosa probablemente sea la del origen de su pecho rojo.

Cuenta la leyenda que, en 1524, en una batalla librada en Quetzaltenango, el príncipe guerrero Rajop Achij Tecún Umán fue herido de muerte por el conquistador Pedro de Alvarado. Sobre su cadáver descendió el quetzal, nahual protector del territorio mesoamericano, de manera que la sangre del guerrero k’iche’ tiñó el pecho del ave, que desde entonces es de color escarlata.

Publicación especial

No se pierda el próximo domingo en la edición impresa de Prensa Libre una publicación donde se mostrará el más reciente avistamiento del ave símbolo efectuado en agosto.

Para muchos es un ave inquieto y esquivo, un equipo de reporteros de este matutito tuvo la oportunidad de apreciar su vuelo, y se presentará la observación hecha para los lectores en la edición dominical del 7 de septiembre. ¡No se lo pierda!

La cola del quetzal en su más reciente avistamiento. (Foto Prensa Libre: Esbin García)