Desde las 8.50 hasta las 14 horas, el Tribunal se dedicó a identificar a los acusados y después a los 36 abogados, entre particulares y de la Defensa Pública, que participarán en el debate y establecer a quiénes defenderán.

El grupo fue dividido: 21 mujeres y un hombre estuvieron presentes en la sede del Tribunal, y por videoconferencia presenciaron la diligencia 31 internos en el Preventivo para Hombres, zona 18; en Fraijanes 1, 15, y en la cárcel de Alta Seguridad El Boquerón, Santa Rosa, 28, para un total de 96 acusados.

Sin embargo, la mayor carga de trabajo será para los 12 abogados de la institución pública, ya que tienen que defender a 79 de los 96 procesados.

Uno de los reclamos de los abogados es que algunos tenían a su cargo a nueve, 14 y 16 acusados.

“No somos una figura cosmética, queremos hacer bien nuestro trabajo, no pueden tomar nuestra vida como un juego”, argumentó Fidencia Orozco, abogada de la defensoría pública.

Mariela González expuso que ella se dedica a actividades administrativas en la Defensa Pública y, debido a la falta de abogados, la asignaron junto a tres de sus compañeras para que defendieran a presuntos pandilleros.

acusación

El Ministerio Público se mantuvo a la expectativa de que empezara el juicio.

Según las pesquisas, los acusados, que pertenecían a distintas células de la Mara Salvatrucha, habrían extorsionado a comerciantes y personas individuales.

El grupo enfrenta debate por los delitos de asesinato, asesinato en grado de tentativa, exacciones intimidatorias, asociación ilícita, extorsión, encubrimiento propio, falsedad ideológica, supresión del estado civil y obstrucción extorsiva del tránsito.

De acuerdo con el ente investigador, estas personas operaron del 2010 al 2012 en las zonas 6, 18, 21, Canalitos, Villa Nueva y Chimaltenango.

Existen 20 expedientes y en cada uno se registra la muerte de al menos una persona.

Se les acusa de haber participado en desmembramiento y la aparición de cuatro cabezas humanas, en junio del 2010, frente al Legislativo, así como a inmediaciones del centro comercial Tikal Futura, en el bulevar Liberación y en la zona 18.

También se les atribuyen otras muertes, entre ellas el crimen contra una celadora del Sistema Penitenciario, investigadores de la Policía y pilotos.