Godot ha llegado

A retomar la esencia de la OEA

De las tres candidatas para asumir como secretaria general adjunta de la Organización de Estados Americanos (OEA), Claudia Escobar es la mejor opción.

Por primera vez, la Organización de Estados Americanos (OEA) elegirá como secretaria general adjunta a una mujer, puesto que son tres las postulantes para el segundo puesto más importante dentro de dicha organización. Por Colombia está la actual embajadora de dicho país ante Austria, Laura Gil. Por Guatemala, la actual embajadora precisamente ante la OEA, Claudia Escobar. Por último, Perú nomina a Ana María Sánchez, que actualmente es la representante de su país al proceso de adhesión a la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OECD, por sus siglas en inglés). Más allá de que una mujer vaya a ocupar un puesto tan importante en una organización históricamente dominada por hombres es un tema secundario para elegir a la próxima secretaria general adjunta ante la volatilidad del sistema internacional, la fragmentación del hemisferio occidental y el papel de la OEA en los próximos años.

Claudia Escobar es la mejor opción para devolverle la esencia que la OEA perdió.

Terminada la Guerra Fría, la OEA pasó de ser una organización regional al servicio exclusivo de los intereses de Estados Unidos para ser una promotora de la democracia representativa en la región. En 1991 se ratificó la resolución 1,080, conocida como la Declaración de Santiago, que reafirma el compromiso de todos los miembros de dicha organización para su promoción y defensa. Gracias a esta, la OEA jugó un papel crucial en el autogolpe de Fujimori en Perú (1991), el golpe contra Aristide en Haití (1992) y posteriormente aquí en Guatemala con el Serranazo (1993). Más importante fue la creación de la Unidad para la Promoción de la Democracia (UPD), que tuvo a su cargo acompañar elecciones en los distintos Estados miembros y darle seguimiento a todos los procesos democráticos enmarcados en las constituciones de los Estados miembros. La UPD definió a la OEA y al sistema interamericano como un baluarte de la libertad, la democracia y los derechos humanos, así como el fomento de un diálogo diplomático interamericano encargado de sostener estos valores en la región.

Una década después, la evolución natural de la Declaración de Santiago y la UPD fue la creación de la Carta Interamericana Democrática, vigente hasta el día de hoy, pero con un cambio de fondo importante. En la década de los noventa del siglo pasado, la promoción de la democracia representativa se daba bajo un convencimiento de los Estados miembros de la OEA que solo a través de este compromiso la región podría dejar el caudillismo y autoritarismo atrás y dar así un paso firme para lograr un desarrollo social y crecimiento económico inclusivo. Para el 2001, este convencimiento se empezó a disolver, siendo reemplazado por el dogma de la no intervención como un fin para mantener la paz regional, que hasta entonces nunca se vio amenazada. La crisis financiera en Argentina y el chavismo en Venezuela marcaron un giro y la OEA se fue diluyendo para convertirse en un gran elefante blanco que en ocasiones estorba más de lo que ayuda.

El diálogo diplomático interamericano fue reemplazado por la corrección política y el rol de secretario general adjunto pasó a un nivel puramente administrativo, por no decir decorativo. La candidatura de Sánchez pretende seguir con esta línea administrativa. La de Gil busca varios cambios de forma y algunos de fondo, pero no de esencia, no sobre la razón de ser de la organización. Más allá de la experiencia diplomática, que hoy vale poco y nada, Claudia Escobar es la mejor opción para devolverle la esencia que la OEA perdió y, más importante, cuenta con la experiencia necesaria para ayudar al secretario general, Albert Ramdin, a encontrar el papel protagónico y liderazgo de la organización en una región que lo necesita. ¡Feliz domingo!

ESCRITO POR:

Roberto Wagner

Licenciado en Relaciones Internacionales por la UFM. Maestría en Relaciones Internacionales con especialización en Geopolítica (Warwick University, Reino Unido). Exdiplomático, profesor universitario, columnista, consultor y analista político independiente.

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