Conciencia

Doce deseos para Guatemala

Un llamado a reconocer lo urgente, asumir responsabilidades y encaminar al país hacia un mejor 2026.

La noche del 31 de diciembre muchos deleitan 12 uvas para pedir deseos. Es una tradición sencilla, que invita a la reflexión y a poner en orden lo esencial. Esta vez presento mis 12 deseos para Guatemala 2026. El primero es que las familias estén unidas. Que los hogares encuentren espacios para escucharse, acompañarse y apoyarse; que los jóvenes puedan estudiar y soñar con libertad, y que los adultos tengan la fortaleza para guiarlos con paciencia y cariño.

Los deseos pueden cumplirse cuando hay rumbo claro.

También deseo que el país emprenda, de una vez por todas, una cruzada seria contra la desnutrición crónica. La mitad de los niños menores de 5 años la padece, una realidad terrible que limita su futuro. Agua potable, saneamiento, coordinación entre programas y metas medibles deberían ser la base de un compromiso nacional sostenido. Otro deseo se dirige al sistema de salud. Hoy muchos guatemaltecos no tienen atención primaria, los hospitales se desbordan y las familias terminan gastando lo que no tienen cuando alguien se enferma. Guatemala necesita rediseñar su modelo, modernizar servicios y garantizar una atención digna y accesible.

Deseo que la educación pública se convierta en una verdadera puerta de oportunidades. Leer, escribir, comprender y hablar bien no puede seguir siendo un privilegio. Tampoco dominar la base matemática, las ciencias o el pensamiento crítico. Los maestros deben ser tutores de vida, y la tecnología, incluida la inteligencia artificial, una herramienta para cerrar brechas y facilitar el aprendizaje.

También deseo que el país avance en infraestructura. Las horas que se pierden en el tráfico representan falta de oportunidades. Guatemala necesita carreteras funcionales, puertos y aeropuertos modernos, y una movilidad urbana pensada para el presente y el futuro, con proyectos realistas y ejecución seria.

Deseo un sistema de justicia eficiente, capaz de responder con prontitud y sin presiones. Un país avanza cuando la ley se aplica correctamente y cuando la población confía en que habrá respuestas claras y oportunas. Una justicia pronta y cumplida es clave para el crecimiento y la paz.

Más y mejor seguridad es otro deseo fundamental. Debemos seguir con la reducción de los homicidios y de otros delitos, sin bajar la guardia. El crimen organizado y las pandillas requieren estrategia, firmeza y control estatal. Los centros penitenciarios deben ser controlados por el Estado, y complementarse con programas de reinserción para quienes pueden rehacer su vida.

También deseo un Congreso que actúe con responsabilidad y sentido de país. Lo ocurrido con los incrementos salariales y la aprobación del Presupuesto 2026 dejó una señal equivocada para la población. Guatemala requiere diputados conscientes de la confianza que se les ha otorgado, capaces de priorizar el bien común por encima de intereses particulares.

En esa misma línea, deseo un Ejecutivo con rumbo y prioridades claras. Tras dos años, pareciera que no tenemos dirección. La transformación digital está planteada en documentos, pero no en acciones coordinadas. Con liderazgo y alianzas técnicas, Guatemala podría avanzar con rapidez. Otro deseo apunta al combate frontal contra la corrupción. No debe normalizarse. Las instituciones deben cumplir su papel y la ciudadanía debe vigilar, cuestionar y exigir claridad en el uso de lo público. La inversión pública debe llegar a quienes más la necesitan y que no se pierda entre trámites, intermediarios o proyectos improvisados. Guatemala solo avanzará cuando se invierta con visión, planificación y rigor técnico.

Y, finalmente, deseo que los guatemaltecos vuelvan a tener fe en su país. Los países no cambian por inercia; cambian por un compromiso ciudadano. Con esperanza, trabajo y corazón, es posible construir un país más próspero, desarrollado y humano. ¡Feliz año 2026!

ESCRITO POR:

María del Carmen Aceña

Ingeniera en Sistemas, con maestría en Administración de Empresas de INCAE. Vicepresidente del Centro de Investigaciones Económicas (Cien). Exministra de Educación. Amante de la vida y de Guatemala