Hoy, 30 de junio del 2021, se cumplen 95 años de la fundación del Banco Central de Guatemala en 1926, 75 años del nacimiento de su sucesor el Banco de Guatemala en 1946 y 55 años de la inauguración del edificio de este último banco en el Centro Cívico en 1966.

El 7 de septiembre del 2021, el bitcoin se convertirá en la segunda moneda del vecino país de El Salvador, el cual será el primer laboratorio de esa moneda digital como medio de cambio, unidad de cuenta y depósito de valor en la primera nación del mundo.

La historia monetaria de Guatemala es interesante. En los primeros 400 años (1524-1924) se utilizó el peso heredado de España, un sistema bimonetario basado en la plata y el oro como patrón monetario. En 1924 hubo una conversión monetaria en la que obligatoriamente se sustituyeron 60 pesos por un quetzal, la nueva moneda guatemalteca, dando por terminado un período de devaluación cambiaria que en 26 años había devaluado el peso sesenta veces, con picos hasta noventa pesos.

Durante los primeros cincuenta años (1874-1924) en que hubo bancos emisores, uno estatal que funcionó 32 meses y seis bancos privados de emisión, dichos bancos emitían billetes propios utilizando como unidad de cuenta el peso. No había banca libre-libre. Estaban vinculados al peso.

El 30 de junio de 1926 se crea el Banco Central de Guatemala como único emisor de billetes y monedas, y se adopta el patrón oro, de tal manera que un quetzal era equivalente a un dólar estadounidense, y ambos vinculados a la misma cantidad en oro. Por eso se le llamó patrón oro.

El 30 de junio de 1946, después de 20 años de operar, el Banco Central de Guatemala desaparece completamente y se crea bajo un programa de ingeniería financiera el Banco de Guatemala, que empezó a operar el 2 de julio de 1946, heredando activos y pasivos del anterior banco, incluyendo el oro y las reservas monetarias internacionales.

Con motivo de la Segunda Guerra Mundial se inició un nuevo orden monetario mundial con la creación del Fondo Monetario Internacional (FMI), con sede en Washington DC, y del cual los países fundadores cada país, incluyendo Guatemala, fueron accionistas. Guatemala declaró ante el FMI la paridad del quetzal respecto del dólar estadounidense y al oro metálico. De ahí surgió el nuevo patrón de cambios dólar-oro, que básicamente consistía en que las monedas eran de tasa fija.

El 15 de agosto de 1971, el presidente de los Estados Unidos de América Richard Nixon abandonó el patrón de cambios dólar-oro, al desvincular el valor del dólar con el oro. Fue el momento cumbre en que se abandonó toda relación de una moneda a un patrón monetario. Las monedas quedaron a la tasa de cambio que tenían en ese momento. Se establece un nuevo patrón fiduciario, en régimen de flotación de las monedas.

El oro metálico se convirtió en un producto mercantil (commodity se dice en inglés) a precio variable, como la plata, el café y el azúcar.

El bitcóin está tocando las puertas de Guatemala no sólo porque El Salvador es un país con fronteras comunes, sino el comercio y los pagos en ambas vías es importante. Las monedas digitales llegaron para quedarse, y habrá que aprender a convivir con ellas. El laboratorio económico del bitcóin de El Salvador habrá que observarlo detenidamente, si es que inicia el 7 de septiembre próximo.