Registro akásico
Galas con valores frágiles
Al importar fiestas foráneas se desprecia el llamado a la hermandad humana.
Para aplaudir logros, honrar tradiciones o simplemente divertirse, se organizan fiestas. Así sucede cuando se adhirió el Halloween a Todos los Santos y los Fieles Difuntos. Alegría de niños pues se acompaña del dulce de ayote, algunas galletas, así como golosinas de toda clase. Todo festejo expresa la celebración de la vida.
Los negocios y el afán de lucro no debiesen ser la única motivación para alegrar nuestra vida.
Quizás pronto se generalice el día del sacrificio o Eid al-Adha, por el aumento del islam en Europa. Este recuerda el conocido alto en sacrificar niños por Abraham que lo sustituye por un cordero, bajo obediencia de una prueba de fe por Yahvé. El próximo año se celebrará el 30 de mayo de 2026, buena ocasión para un festín con carne de oveja, para beneficiar a los criadores de tierra fría, especialmente Huehuetenango.
Robespierre, el radical líder revolucionario, creó el 8 de junio de 1794, el día del Supremo. Dejó de lado el culto a la razón, sustituyéndola por un llamado a los creyentes a la fraternidad independientemente de la religión. Napoleón en 1804, lo prohibió, para satisfacción de los católicos.
En EUA, la fecha de celebración del Thanksgiving se atribuye a colonos ingleses de Jamestown, a su arribo en 1607, encargado a capellanes anglicanos bajo patrocinio de la Virginia Company of London. Luego, Washington, el 26 de noviembre de 1789, hizo la proclama nacional de acción de gracias, por la prosperidad, la paz y la libertad, como una convocatoria por encima de cualquier confesión religiosa entre los creyentes norteamericanos.
La periodista Sarah Josepha Hale, a partir de 1837, en una popular revista, fue la promotora del cuento de una cena en Plymouth, agregando una comida entre colonos y sus vecinos, los Wamponoag, recomendaba comer el pavo asado, el pastel de calabaza y el puré de papas. Generó una fiesta con episodio de origen inventado, igual que Santa Clos; pero recalca con ese episodio cándido, un llamando a la solidaridad por encima de diferencias étnicas. Lincoln, la institucionalizó en 1863, al fin de la Guerra Civil de EUA. En Canadá se señaló un día distinto, con énfasis en una celebración familiar.
La sensibilidad nacional, se expresa en la manera como se importan festividades. Por ello, resulta ilustrativo, fijarse en la imitación a EUA, hecha en el país. En lugar de llamar la atención a los creyentes para fijarse en la unidad del género humano y de la familia, se propagandiza el consumo. En otras palabras, se ignora promover la hermandad; al contrario, se impulsa un viernes negro. Hasta se pronuncia en inglés: Black Friday. Supuestamente porque las tiendas cambiaban de tinta en sus balances contables al escribir en rojo, si no se había recuperado la inversión en el ejercicio fiscal.
Se dice que el país está gustoso de proclamar su fe. A tal grado que la Constitución Política inicia con una invocación. Leyes abusivas, imponiendo a la Biblia sobre otras creencias. Fariseos obtienen votos invocando a Dios en sus discursos. Hay jerarcas religiosos celosos de mantener su redil sin fugas. Agresión a los ateos o indiferentes religiosos, pero hincados ante don Dinero. Hasta la Santa Muerte tiene que ver con ganancias monetarias, en este caso, no importa el origen delictuoso de estas.
Proclamar un Estado laico, significa respetar las creencias de los demás, incluso hacia quienes niegan cualquier trascendencia espiritual. Es aceptable la expresión externa de las convicciones, pues concreta el derecho a la libertad de expresión y de palabra. Obvio, es lícito promover el comercio y no se puede prohibir o condenar el crecimiento económico. Pero, se extraña la falta de otras motivaciones.