CATALEJO

Ganancia al TSE inspira a los jóvenes

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La derrota del TSE y su cambio de opinión respecto a la candidatura baldizonista tiene un elemento positivo. Se trata de demostrar a la juventud guatemalteca, entre 18 y 40 años de edad, cómo es posible lograr cambios cuando hay una unidad de criterio respecto a la legalidad, pero sobre todo a la corrección indispensables para permitir la participación electoral de gentuza sin idoneidad. Si se logra convencerlos para participar, pueden convertirse en elemento fundamental para lograr comicios mayoritarios, como no ha ocurrido. La juventud interesada, en su mayoría, tiene la ventaja de no rechazar y descubrir cualquier ilegalidad o burla a la ley. Y es el momento de moverse, votar y rechazar a quienes se burlan de la ley y de los ciudadanos. Cambio silencioso basado en la participación.

' Esa participación de votantes desinteresados marcará la diferencia entre el continuismo y la repetición de errores y abusos.

Mario Antonio Sandoval

Esos jóvenes representan el 45 por ciento de la población capaz de votar. Existe una tendencia fácil de explicar y poco sorprendente. Los jóvenes conocen poco de la historia, pero están hastiados, aburridos, ante la repetición constante e imparable de los constantes e increíbles abusos; del desprestigio; la repetición y aumento de las burlas a la democracia, la adaptación de las nuevas figuras a la rampante corrupción, sin diferencia alguna con la vieja politiquería de la mayoría de hombres y mujeres integradas a los pseudo partidos y a la administración pública; el irrespeto a las decisiones judiciales cuando no favorecen a “los mismos”, todo ello causante del actual desastre.

En ese mismo camino van los ciudadanos de mayor edad, sobre todo aquellos de 60 años o más, quienes pueden comparar los resultados de varias elecciones por haber sido testigos presenciales de cómo los politiqueros comenzaron a traicionar los principios y valores soñados por esa generación de votantes, cuyo número es cada vez menor por razones de demografía. Es preocupante, además, cuántos miles de ciudadanos no están interesados en recoger los documentos para votar. Esa protesta silenciosa, por desgracia, deja todo como está ahora. Este necesario cambio se realiza al participar masiva y coordinadamente, a fin de dificultar las ya evidentes manipulaciones de resultados, pasos anteriores a la alteración de éstos en beneficio de pseudo partidos con dueño.

Los jóvenes pueden caer en las manos de los cobardes netcenter o ser inmunes a los netcenteros, a los mensajes mentirosos o falsos y anónimos enviados en forma anónima con mentiras. Pero pueden salir inmunes si se interesan por conocer quién financia a politiqueros, oenegés y demás, donde ya se está peleando la batalla política muchas veces en base a netcenteros, esos mercenarios de la pluma por publicar mentiras y exageraciones a la sombra del anonimato, cobarde por definición. Se puede lograr mucho si cada joven responsable convence a dos o tres de sus amigos indecisos a salir a votar, porque las acciones individuales pueden mover montañas. Para eliminar a quienes actúan mal, es indispensable participar, pero desde el principio decidir a quién de los candidatos se debe derrotar.

Se debe realizar una “labor hormiga” para impedir el riesgo nacional de no hacerlo. Si cada ciudadano se compromete a convencer a uno o dos de sus amigos o familiares desinteresados en participar, tarea más ardua de lo aparente, se puede dificultar el triunfo de quienes por conveniencia les es indispensable el continuismo a toda costa. Los integrantes de este grupo serán las verdaderas víctimas de los abusos actuales, al verse obligados a emigrar, por ejemplo. Incluye a los ciudadanos de edad intermedia, entre 30 y 45 años, y su importancia sobresale al tomar en cuentan el porcentaje etario arriba mencionado. Los ciudadanos mayores de 60 años constituyen un porcentaje poblacional muy limitado, aunque en proporción participe más.

La principal necesidad para estos comicios es cambiar la decisión de votar “en la primera vuelta por el candidato de mis simpatías, y en la segunda en contra de quien no quiero ver en la presidencia”. Ahora, debe tomarse desde la primera vuelta por quien quiera derrotar al oficialismo abierto u oculto, sobre todo con las características del actual, decidido a dividir el voto opositor en pseudo partidos con candidatos de mentiritas, para así ganar en primera vuelta, todo con la colaboración de un TSE inmoral e ilegal. La diferencia de resultados se puede originar precisamente en este grupo poblacional mayoritario, pero hoy casi despertante. Guatemala tiene una edad promedio de 26.5 años, según el INE. Los jóvenes pueden decidir, pero deben motivarse a hacerlo.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.