Esta semana se estrenó a nivel mundial la película Oppenheimer, una película de suspenso, biográfica épica basada en la vida del físico J. Robert Oppenheimer considerado el padre de la bomba atómica por su rol en el Proyecto Manhattan. La película es importante, porque hace reflexionar sobre muchos aspectos derivados de los acontecimientos que conllevaron a desarrollar esta bomba que fue determinante para que la segunda guerra mundial concluyera, al mostrar al mundo un efecto destructivo de una magnitud inimaginable, y ante la necesidad de un ataque sin precedentes para acabar con el conflicto. Un ángulo interesante es observar el sentimiento de culpabilidad de Oppenheimer después de ver el resultado al haber creado el monstruo y como fue perseguido dentro de los mismos EEUU por haber manifestado esos sentimientos. Robert quedo devastado por la destrucción causada por esos bombardeos sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki que se estima mató en forma directa 214,000 personas, más el efecto que la radiación siguió provocando en la población, por lo que él, se convierte en un firme defensor en contra del desarrollo nuclear, buscando un tratado internacional de no utilización de este tipo de bombas, y se vuelve un punto de discordia en la guerra fría con la Unión Soviética, acusándosele de comunista; finalmente lo alejan de la influencia de los asuntos de energía atómica y seguridad nacional de los EEUU.

Esa época fue floreciente en cuanto a la cantidad de científicos físicos que contribuyeron con sus descubrimientos al de la bomba atómica. La creación de la bomba fue una carrera ganada por los Estados Unidos a Alemania, los científicos de esta última cometieron algunos errores claves que la retrasaron y no les permitió tenerla a tiempo para inclinar la guerra a su favor. En Europa se dan hechos importantes en el avance de la física, en donde fue determinante el descubrimiento del neutrón por Chadwick en 1932, una partícula neutra hermana del protón, al no tener carga son balas perfectas para estudiar el interior atómico. Fermi, realizó un estudio lanzando neutrones por todos los átomos de la tabla periódica desde el hidrógeno hasta el uranio. Pero al llegar al uranio ocurrió algo inesperado y pensaron erróneamente que habrían encontrado átomos transuránicos más pesados. Lise Meitner una alemana judía quien debió huir de Alemania por su origen judío replicó los experimentos de Fermi, y estando en Suecia tras una carta de Otto Hahn quien había descubierto que al bombardear el uranio lo que se obtenía era un átomo más ligero, el Bario, le vino la idea de que el uranio se estaba partiendo en dos, al hacer los cálculos era correcto, habían descubierto la fisio nuclear y junto a Otto Frisch se dieron cuenta que se trataba de una fuente brutal de energía: la nuclear. Bohr al conocer lo descubierto por Lise Meitner en Nueva York y repite los experimentos, descubre que la explosión es floja y deduce que era una cuestión de isótopos pues el uranio en su estado natural tiene dos el 238 y 235, el 235 es el que se fisiona pero solo es el 1% del uranio natural, por lo que había que enriquecerlo, apareció también en la reacción, el plutonio que también se fisionaba. El húngaro Leo Zilard en Londres descubrió la reacción en cadena, los Curie descubrieron el moderador para frenar los neutrones para hacerla más eficiente. Los alemanes bajo el liderazgo de Heisenberg inician la fabricación de la bomba atómica, por lo que había que llamar la atención del presidente Roosevelt y piden a Einstein para que le escriba indicándole “el uranio es una importante fuente de energía, se pueden construir bombas que podrían destruir todo un puerto y su entorno. Esa carta provocó el inicio del proyecto Manhattan, la prueba Trinity y finalmente el lanzamiento de la bomba a Hiroshima el 6 de agosto de 1945.

Este capítulo negro de la historia es importante conocerlo, muestra lo vital del trabajo en equipo de varios científicos, la colaboración internacional, la publicación del conocimiento. Evitar una tercera guerra mundial es vital para la humanidad, pues la cantidad actual de armas nucleares en manos de diversos países, pueden destruir nuestro planeta. ¿Qué hubiera pasado si no se hubiera lanzado las bombas? ¿Cuándo hubiera terminado la guerra? ¿Qué hubiera sucedido si Alemania construye antes la bomba nuclear? Son preguntas de reflexión para usted.