Criterio urbano

Reducir el tráfico implica inversión del Gobierno

Se deben ejecutar con liderazgo los planes ya presentados.

Todos sabemos cómo se va a disparar el tráfico a finales de enero y ese sigue siendo el tema de conversación.  “Perdón, llegué tarde porque había tráfico, me hice casi una hora o más en llegar”, así empiezan todas las reuniones, tanto formales como informales, mientras vemos que quienes más sufren son los mismos niños; llegan dormidos a las escuelas. 

El plan maestro de movilidad dice qué hacer; ahora toca el cómo.

Este problema efectivamente solo va a empeorar si el Gobierno no empieza a trabajar de la mano con los alcaldes del área metropolitana en inversiones que ayuden a mejorar la movilidad.  No podemos pensar que el problema se va a resolver solo con inversión municipal; el dato mata el relato; menos, en un país donde hasta la Universidad de San Carlos recibe más presupuesto que la misma Municipalidad de Guatemala.

No faltan los ilusos que creen que solo con no invertir en pasos a desnivel se va a resolver el problema.  Planificar y construir un sistema de transporte público eficiente en la Ciudad de Guatemala implica inversiones millonarias que superan el número de pasos a desnivel construidos en los últimos 30 años. 

Por ello, es importante el esfuerzo lanzado por la Universidad del Istmo, el mes pasado, del Observatorio para las Ciudades, durante el foro Movilidad y Desarrollo, un esfuerzo fundamental sustentando en tres pilares esenciales: acceso y estandarización de información, transformación de datos en conocimiento útil y una infraestructura sostenible, que asegura continuidad, interoperabilidad y acceso público.

Los datos presentados fueron contundentes.  Mientras la inversión en carreteras por persona en el país es una de las más bajas del mundo, apenas hay un metro de red vial por habitante —en el caso del municipio de Guatemala, es de apenas 25 centímetros de red vial por habitante—.  El crecimiento del parque vehicular se ha disparado mucho más rápido de lo que puede crecer la infraestructura vial, y existen muy pocas alternativas de transporte público.

Acá es donde el Gobierno, a través del esfuerzo liderado por el Ministerio de Comunicaciones y la Anadie (ahora ANI) son claves al impulsar el Plan Maestro de Movilidad para el Área Metropolitana, como un estudio claro y contundente para generar inversiones viales que permitan mitigar la congestión vial en la Ciudad de Guatemala.  Este plan, apoyado por la Agencia de Cooperación de Corea (Koica) y que ha contado con el apoyo de todas las municipalidades del área metropolitana, así como del sector empresarial, la academia y organizaciones de la sociedad civil, muestra que todos los días ingresan en la Ciudad de Guatemala 800 mil vehículos (38% del oriente del país, 28% del sur, 24% del occidente y 11% del norte de la capital), por lo que se necesita de una verdadera Autoridad Metropolitana de Transporte con autonomía presupuestaria, que haga posibles todas las inversiones en transporte público que tanto aquejan a las municipalidades.

Adicionalmente se requiere, como ya lo establece la Ley de Infraestructura Vial Prioritaria, que se implemente la Dirección de Proyectos Viales Prioritarios (Dipp), que requiere un enfoque claro para hacer que se cumpla la ley, que lleva varios retrasos, como la falta de presupuesto o de escalas salariales y una estructura administrativa operativa.  Esto ayudaría a construir las tres circunvalaciones que implican 123.2 kilómetros de red vial que requiere el departamento de Guatemala, además de las radiales (que podrían hacerse a través de la nueva ley de APP) y el anillo regional C-50, que debe continuar.  Ahora es el momento de avanzar y demostrar que Guatemala no se detiene.

ESCRITO POR:

Juan Carlos Zapata

Director ejecutivo de Fundesa. Maestría en Gestión Pública y Liderazgo. Licenciatura en Administración de Empresas con especialización en Finanzas. Representante de diferentes mesas de trabajo del sector empresarial.