Godot ha llegado
Un pesimismo realista
El 2026 presenta retos superiores al 2025 en el mundo y en Guatemala.
En su mensaje navideño, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, dejó por un lado lo que suele ser un mensaje de esperanza esperado en estas fechas y advirtió: “El final del 2025, y el próximo año será peor”. En el mismo se refería directamente a sus colaboradores que tenían como trabajo pendiente antes del fin de año negociar un nuevo paquete de venta de armas a Ucrania a lo que la oposición política de la ultraderecha de la Liga Norte se opone.
Se viene un año más duro que el 2025.
A pesar de ser fuertemente criticada en medios y redes sociales hasta ser llamada fascista, por personas que ignoran lo que es el fascismo y en este caso concreto la Liga Norte, las palabras de Meloni aplican a Italia y al mundo en general. El telón de fondo de todos los conflictos activos, que se han reactivado y que están por activarse sigue siendo la guerra entre Rusia y Ucrania en donde los segundos están cumpliendo con mucha valentía el rol que le corresponde a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que tanto a esta organización como al resto de la Unión Europea le ha quedado claro ya que no cuentan con el apoyo de Estados Unidos y quienes en un momento fueron grandes motores de ambas como Francia y Reino Unido, atraviesan hoy problemas internos que sirven como excusa para su inacción. Han sido esfuerzos por país los que andan preparándose para una extensión de esta guerra más allá de Ucrania, que ya ha quedado muy claro que es la intención de Rusia apoyada por su gran aliada China.
Hablando de China, los años de consenso por peso económico y comercial de las presidencias de Jiang Zemin y Hu Jintao han quedado como anécdotas históricas. Xi Jinping ha cruzado una línea al ofrecerle al Partido Comunista Chino adelantar los objetivos trazados en su 19º Congreso Nacional en 2017 de expansionismo territorial (una invasión a Taiwán) y reclamar soberanía del Mar del Sur de China. Las tensiones con sus vecinos van a aumentar, así como su propaganda interna para mantener un apoyo popular, pero Xi Jinping y su recién nombrado gabinete militar saben que cualquier ofensiva militar será un estrepitoso fracaso debido a los cambios en la política de seguridad y defensa de Japón, así como la nueva estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos.
Lo que nos lleva al hemisferio occidental y la reactivación de la doctrina Monroe que en mi opinión será la Doctrina Trump y que representa políticas intervencionistas y de corte imperialista de Washington para la región. Los éxitos políticos de Milei en Argentina así como de Tito Asfura en Honduras han logrado posicionar la figura de Donald Trump como “kingmaker” (creador de reyes) en la región y ojo que seguirá el mismo patrón en otros procesos electorales este 2026 en Brasil, Colombia, Costa Rica, Haití y Perú y obviamente en Guatemala en el 2027. De igual manera, las tensiones contra Venezuela se extenderán a otros países como Colombia, Cuba y Nicaragua en donde veremos más operaciones psicológicas que generarán miedo en los gobernantes y dictadores de estos países.
Por último, queda el caso de Guatemala donde habrá elecciones en el sistema judicial que podría ponerse más rancio y corrupto de lo que actualmente está, así como otros sectores claves de la administración pública. Elección de magistrados de la Corte de Constitucionalidad, Tribunal Supremo Electoral, Fiscal General, Rector de la USAC, Contralor General, Banco de Guatemala y Superintendencia de Bancos en ese orden nos esperan. Para evitar que los corruptos hagan de las suyas la principal garantía de transparencia será la fiscalización ciudadana. Se viene un año más duro que el 2025. ¡Feliz domingo!