La victoria de Oscar Berger en las elecciones primarias del PAN sirve como punto de partida para la carrera electoral del 2003, en la que se definirá quiénes gobernarán nuestro país durante el período 2004-2007. La experiencia vivida en los últimos tres años nos indica a los guatemaltecos que, por muy ajenos que nos sintamos a la política, ésta puede afectar nuestras vidas de maneras que ni siquiera sospechamos, por lo que, ahora, más que nunca, debemos estar al tanto de lo que en ella suceda.

Las primarias del PAN, aparte del descontrol en el padrón electoral, fueron un interesante experimento que, creo, servirá para iniciar el proceso de institucionalización de partidos políticos en Guatemala. Hasta ahora, los partidos no habían sido más que vehículos electorales para líderes con delirio de grandeza cuya única meta en la vida parecía ser llegar a ser presidentes. La mejor prueba de ello es que ninguno había logrado sobrevivir a la Presidencia y, en muchos casos, ni siquiera al retiro prematuro de sus ?líderes?.

El PAN es el primero que logra sobrevivir a un período presidencial y la partida de los que en ese tiempo fueron sus principales líderes. No sólo logró sobrevivir sino que, a raíz del proceso de primarias, resurge con una afiliación altísima para los estándares chapines. Aunque buena parte del crédito de estos logros se debe a sus actuales líderes, no debemos descartar que el partido oficial les hizo un gran favor al llevar a tal extremo la desesperación de la población, que una mayor cantidad de guatemaltecos está dispuesta a involucrarse en la política partidista.

A este respecto, me llamó poderosamente la atención escuchar a través de la transmisión que del proceso hizo Radio Infinita a una señora, quien declaró que llegó el domingo en la mañana a votar al Parque de la Industria. Luego de hacer varias colas, descubrió que su nombre no aparecía en el padrón. Los encargados le dijeron que fuera a Santa Catarina Pinula porque allí estaban sus datos.

La señora fue a ese otro municipio, en donde tampoco apareció en el padrón. Allí le dijeron que debía ir a Mixco, así que la señora se fue para allá a ver si al fin lograba votar. Finalmente, resultó que tampoco estaba en el padrón de Mixco, por lo que no pudo emitir su sufragio. Aun así, al final del día estaba nuevamente en el Parque de la Industria apoyando el proceso de primarias.

Para mí, acciones como la de la señora en mención son emblemáticas del grado de compromiso que muchos guatemaltecos empiezan a desarrollar. Podría asegurar que, en gran parte, esa participación se debe al descontento con el actual estado de cosas.

Este es un fenómeno interesante que no debemos dejar pasar inadvertido. Definitivamente, un buen porcentaje de guatemaltecos por fin se ha percatado que no pueden depender de los demás para resolver sus problemas. Para algunos, esta nueva comprensión implicará una participación más activa en la vida política del país; para otros, simplemente significará que no van a esperar más a que los demás (mucho menos el gobierno) les resuelvan sus problemas, sino que se ocuparán ellos mismos de resolverlos. En cualquier caso, creo que estamos avanzando.

En cuanto al proceso electoral, el primer enigma ya se resolvió: Óscar Berger será el candidato presidencial del PAN. Luego de las declaraciones de ambos precandidatos, la segunda incógnita también parece resuelta: el partido no se dividirá.

Ahora falta que se resuelvan otras incógnitas del proceso: ¿Funcionará el proceso de apertura de la UD? ¿Quién resultará su candidato? ¿Habrá alguna alianza entre los minipartidos para establecer una ?tercera fuerza?? ¿Tiene algún as bajo la manga el FRG? Esté pendiente, que la cosa se pone buena.