IDEASPrudente rectificación

JORGE JACOBS A.

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Las recientes críticas de altos funcionarios estadounidenses en contra del gobierno de Guatemala son una prudente rectificación de la ?imprudencia? que cometió la anterior embajadora (que no hacía honor a su nombre), al apoyar ciegamente a la administración eferregista en contra del sentir de buena parte de la población guatemalteca, y en contra de los crecientes indicios de descomposición en todas las esferas del quehacer gubernamental.

Para mantener la consistencia con su historial, este es uno más de los casos en los cuales el Departamento de Estado debe dar marcha atrás para corregir errores que ellos mismos contribuyeron a crear (i.e. Sadam Hussein, Osama Bin Laden, etc.).

Al igual que los ejemplos mencionados, el eferregismo probablemente no habría llegado al nivel actual de descomposición de no haber contado con el ?amadrinamiento? de la embajadora Prudence Bushnell, quien se convirtió en una de las principales defensoras del régimen, contra viento y marea, durante el tiempo de su gestión.

Lo importante ahora es que, aunque tarde, en Estados Unidos por fin se dieron cuenta del calibre de funcionarios con los que están tratando y decidieron rectificar. Tampoco debemos esperar que presenten disculpas por su responsabilidad en criar los cuervos, ya que, como buenos funcionarios públicos, podrán rectificar, pero nunca dar disculpas.

Y la rectificación no deja lugar a dudas sobre la nueva posición del gobierno estadounidense respecto del eferregismo: ya saben que hay corrupción, ya saben que hay vínculos con el crimen organizado, ya saben que hay nexos con el narcotráfico y, lo más importante, están lo suficientemente seguros como para declararlo bajo juramento ante el Senado.

Las repercusiones de estas declaraciones todavía no las podemos prever en toda su dimensión. De entrada, los eferregistas reaccionaron como siempre lo hacen: con el hígado. Llamaron al embajador de Guatemala en Estados Unidos y despotricaron en contra de quienes osaron dudar de su ?honorabilidad?. Ya dijeron que el subsecretario de Estado para Asuntos Hemisféricos, Otto Reich, está influenciado y ?malinformado? por los empresarios guatemaltecos (para el FRG, estos siempre tienen la culpa de todos los errores del gobierno).

También le mandaron a decir a los ?gringos? que se recuerden que ellos tienen la culpa de todo lo que ha pasado en Guatemala desde 1954 debido a su intervención en el derrocamiento de Arbenz, y que, por lo mismo, no tienen ?calidad moral? para estar criticando. Adicionalmente, les exigen que presenten las pruebas de las acusaciones que hacen y que dejen de estar levantando falsos.

Por otro lado, en Guatemala, la mayor parte de personas está de acuerdo con las declaraciones de los funcionarios estadounidenses, ya que no difieren en nada de lo que casi todos los que vivimos en Guatemala estamos enterados. Cualquiera que haya leído un par de periódicos durante los últimos meses sabe de al menos un caso de corrupción en que funcionarios de este gobierno están involucrados.

¿Las repercusiones en el extranjero? Son difíciles de prever. Algunos están preocupados de que estas declaraciones ahuyentarán la inversión extranjera de nuestro país. Para ellos, la pregunta es: ¿cuál que no haya ya espantado el FRG?

Para quienes hemos hecho oposición al FRG, es un alivio que en el extranjero se empiece a conocer la triste realidad guatemalteca. Tal vez así empiecen a entender fuera de nuestras fronteras que no hacemos oposición por mantener el statu quo anterior, sino porque nos preocupa que los eferregistas nos dejarán una tierra arrasada.

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