Me sigue pareciendo inaudito que los diputados, funcionarios, tecnócratas, burócratas, asesores, analistas y ahora hasta los de la Cicig se rasguen las vestiduras diciendo que no alcanza el dinero que nos quitan a los tributarios, pero en ningún momento hablan sobre cómo recuperar los Q19 mil millones que ellos mismos admiten se pierden anualmente por causa de la corrupción. Pero me parece todavía más molesto —rayando más bien en la desesperanza— que la población se quede de brazos cruzados creyéndose el cuento de que ya peleó la batalla contra la corrupción, mientras el robo de nuestro dinero por los corruptos sigue viento en popa bajo sus narices. ¿No se dan cuenta? ¿Qué tiene que pasar para que despierten?

Lo he dicho una y mil veces por todos los medios que he podido: antes de la aprobación del presupuesto para el año entrante se debería estar discutiendo cómo se va a reducir la corrupción dentro de la administración pública. Sin embargo, a quienes están participando en la pseudodiscusión solamente les interesa cómo nos van a quitar más impuestos a los tributarios, y al resto de la población pareciera ser que la corrupción dentro de ese presupuesto no le interesa. ¿Qué les pasa?

En la conferencia de hace un par de días, donde Iván Velásquez planteó la idea de crear un nuevo impuesto para apoyar las instituciones relacionadas con la justicia, hubo una declaración muy importante de quien estuvo a cargo del estudio presentado, Jonathan Menkos, quien indicó que de cada quetzal recaudado solo 65 centavos llegan al Estado y que el resto se pierde en corrupción. Utilizando esas cifras y la previsión de que para el año entrante se van a recaudar Q54.5 millardos, podemos concluir que el año entrante se robarán por lo menos Q19 millardos —sí, Q19 mil millones— los corruptos que todavía están dentro de la administración pública.

Lo realmente triste es que ni siquiera los de la Cicig crean que lo que hicieron este año en contra de algunos corruptos vaya a rendir frutos tangibles en reducir la corrupción dentro de la administración pública.

Yo propongo fervientemente que se debería perseguir toda la corrupción y buscar evitar que se roben esos Q19 millardos; si se lograra, le cuento que lo que ya pagamos de impuestos sobra hasta para empezar a reducir la deuda que nos dejaron los corruptos anteriores. Pero seamos conservadores y aceptemos que va a ser un proceso lento, donde solo se podrá ir reduciendo paulatinamente la corrupción. ¿Sería mucho pedir que se reduzca en un 20 por ciento la corrupción el año entrante? De ser así, se recuperarían por lo menos Q3,800 millones que en el presupuesto que quieren aprobar están destinados a ser robados, los que de sobra alcanzarían para todos los cambios que plantean se deben hacer en las instituciones a cargo de la seguridad y justicia, aparte de que todavía sobran bastantes cientos de millones de quetzales para otras cosas.

¿Se va usted a quedar de brazos cruzados mientras los diputados aprueban un presupuesto donde al menos Q19 millardos están destinados a ser robados? Si es así, después no se queje.