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Vamos quiere pasar a segunda vuelta electoral con el voto endosado municipalista

Analistas coinciden que la formula del voto lineal está desgastada y que la estrategia de los partidos que han hecho gobierno es equivocada.

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Alejandro Giammattei

Alejandro Giammattei cierra la gira presidencial con alcaldes en la gran sala Efraín Recinos, del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias. (Foto Prensa Libre: Gobierno de Guatemala)

El oficialismo busca que en las elecciones del próximo año el voto sea lineal. La estrategia es mantener al menos el apoyo de un aproximado de 200 alcaldes que busquen la reelección y que les garanticen en primera vuelta, al menos 400 mil votos seguros.

El resto (200 mil) saldrían de los programas sociales impulsados en los Ministerios de Desarrollo, Agricultura y Defensa Nacional, así como de los proyectos generados por medio de los Consejos Departamentales de Desarrollo Urbano y Rural (Codede). De lograr el número de votos como en las pasadas elecciones (614 mil) Vamos pasaría a segunda vuelta presidencial.

La estrategia inició desde hace un mes, cuando el partido de gobierno en el Congreso impulsó un aumento al techo de presupuesto en donde los alcaldes tendrán el próximo año más de Q4 mil millones para proyectos. Pese a que ya tiene aprobado los montos, los alcaldes no podrán migrar a otro partido fácilmente, ya que quien gestiona el pago a los Codede son los gobernadores departamentales, en función del presidente del Consejo y quien también es oficialista.

Para algunos políticos que se preparan para la reelección, el presupuesto fue la primera llave de negociación. El otro filtro es que se les agilicen a los candidatos municipalistas, la entrega por parte de la Contraloría General de Cuentas (CGC) la constancia transitoria de inexistencia de reclamación de cargos (finiquito) para poder participar.

Una formula difícil

La estrategia de Vamos no es nueva. Al menos dos partidos políticos ya la utilizaron en las elecciones de 2015 y 2019; Mario David García con el desaparecido Partido Patriota (PP) y Estuardo Galdámez con el Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación), los resultados no les fueron favorables. García obtuvo 226 mil 372 votos, mientras que Galdámez 181 mil 093.

“Es difícil anticipar cuántos alcaldes van a permanecer ya abierta la convocatoria, cuántos les serán leales, cuántos se sumarán a otro proyecto a última hora o cuántos realmente tienen capacidad de movilizar los votos ofrecidos”, declaró el politólogo, Hugo Novales. De acuerdo con su análisis puede existir coincidencia ideológica con el partido o con el programa y que lo común es que el partido oficial busque alcaldes con capacidad de movilizar votos.

Solo los distritos: central de Guatemala, Mixco, Villa Nueva y San Juan Sacatepéquez en Guatemala, Cobán y Carcha en Alta Verapaz y Quetzaltenango en las elecciones pasadas, los alcaldes generaron a su favor 989 mil 230 votos. “Si el alcalde percibe que el candidato oficialista no tiene posibilidades de ganar, o si el partido duda de la capacidad de movilización del alcalde, entonces la alianza puede romperse”, concluye Novales.

La Asociación Latinoamericana de Consultores Políticos (Alacop) representada en Guatemala, califica como un falso criterio que en los municipios el voto se da de forma lineal y solo “quienes están en el poder y buscan continuidad prefieren esa teoría”. En su análisis agregan que el ciudadano valora a los alcaldes que conoce, pero que también castiga a las autoridades que han dejado durante su administración malos recuerdos a sus electores.

Los consultores señalan que el oficialismo con dicha formula corre el riesgo de perder y equivocarse. Un ejemplo de ellos es que, en los comicios pasados, 83 alcaldes lograron la reelección por lo insisten en que la estrategia es equivocada.

Imagen desgastada

Virginia Pinto, analista política de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes) señala que es importante evaluar la imagen del partido, del presidenciable y del alcalde, porque mucho depende de los resultados que se quieran. Expresó que no necesariamente existe una conexión entre los candidatos y si se le suma a ello la auditoria social que se le hace a cada uno de los candidatos, las posibilidades se alejan.

“Hay municipios con alcaldes caciques y ahí se logra una buena disciplina, pero también hay municipios muy racionales en donde su ciudadanía está bien informada y que su voto ha sido desligado al partido del alcalde”, explica Francisco Quezada, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien).

Para Alacop sus análisis determinan que la población pide un cambio en la forma de llevar la administración pública, por lo que, aunque voten por el alcalde, no van a votar por el presidente que propongan. Pinto explica que se ha evolucionado en el voto lineal (mismo voto para un partido político para todos los cargos públicos) y que ésta ya no se traduce del municipalismo hacia la figura presidencial.

Quezada recuerda que han sido contados los casos en que se ha dado un voto lineal hacia la figura presidencial como cuando ganó Álvaro Arzú la presidencia o el caso más reciente del exalcalde de Chinautla, Arnoldo Medrano, quien era considerado un estratega político que además de endosar el voto en su municipio incidía en áreas circunvecinas.

Manuel Conde partido oficial
Manuel Conde durante una gira de proselitista del partido Vamos. (Foto Prensa Libre: Facebook Partido Vamos)

Presidenciable y un candidato a alcalde

Desde inicios de la administración de Alejandro Giammattei, Manuel Conde del Partido de Avanzada Nacional (PAN) se acercó a la actual administración como un negociador entre el Ejecutivo y el Legislativo. Su astucia política lo colocó en el círculo del partido Vamos, quien lo propuso como candidato a la presidencia 2023, aunque para algunos diputados oficialistas existe preocupación porque en las encuestar internas de la agrupación los números no suben a su favor.

La proclamación como presidenciable del partido oficial se hará finalmente el próximo 7 de enero. Ahí se hará oficial la nominación a la presidencia de Manuel Conde.

Además, ha trascendido que el exministro de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga) del gobierno de Jimmy Morales, Mario Méndez Montenegro, será el candidato a la alcaldía de la ciudad capital por el partido Vamos. Montenegro participó en política con la coalición Visión con Valores y Encuentro por Guatemala y Libertad Democrática Renovada (Líder).