Muchas personas se dejan llevar por la emoción de esta época. Que convivios. Que regalos. Que Navidad. Que Año Nuevo. “La tarjeta de crédito aguanta”, piensan.
Pero en enero vienen las grandes penurias económicas. “Mejor no hubiera gastado en aquello y lo otro”, se arrepienten. Al final, no queda más que pagar la deuda contraída. Y si no cumple, se incrementará la cuenta. Lo peor del caso es que, quienes tienen responsabilidades familiares, deben pagar la inscripción de los hijos y comprar los útiles escolares y uniformes. Claro, también hay que cumplir con los gastos fijos, como alimentación, teléfono, internet, cable, transporte y renta.
Todo, por gastarse el sueldo y aguinaldo en cosas relacionadas con las fiestas decembrinas.
Así que, ahora que está a tiempo, es mejor pensar bien cómo invertir ese dinero. “Que no se le olvide —insiste Palacios Lima— que enero se decide en diciembre”.
El experto refiere que, por lo menos, se debe ahorrar entre el 30 y el 40 por ciento del aguinaldo. Si no lo gasta, mejor aún. “De esa forma, cuando reciba el bono 14 en junio, tendrá dos sueldos ahorrados en su cuenta bancaria”, ejemplifica. “Otra opción es ahorrarlo completo para tener un salario que sirva para enfrentar los pagos desde el primer día de enero y así cubrir con comodidad el presupuesto. De esa manera, el salario de fin de mes servirá para enfrentar los pagos de los siguientes 30 días, sin angustiarse por cubrir compromisos y obligaciones hasta que paguen”.
El aguinaldo, por lo tanto, debería servir para pagar la colegiatura, comprar cuadernos, libros, lápices, etcétera. Es mejor eso que endeudarse a comienzos de año.
“Otra buena idea es emplearlo para pagar deudas”, comenta Palacios Lima. “Abone lo más que pueda a lo que debe para liberarse de esa agobiante esclavitud”, agrega.
Aquellos que gozan de estabilidad económica, tienen “permiso” para darse un gustito, como un viaje o adquirir cosas útiles para su vida.
La idea, en cualquier caso, es pensar en invertir en aquello que traiga el mayor beneficio posible, por el más largo tiempo, para que el esfuerzo valga la pena.
Mucho ojo
Ofertas por aquí y por allá. Promociones. “Gaste, gaste, gaste”. En esta época se emplean ingeniosas estrategias para vender. “Hay que evaluar la calidad de los productos. No hay que dejarse ir con lo primero que se mira”, refiere el publicista Alberto Sazo. “No todas las ofertas son tan buenas como parecen”, agrega.
El mercadólogo Alejandro Vidal Girón también resalta la importancia de cotizar. “Visite al menos dos lugares antes de comprar algo”, aconseja. “Si compra al crédito, hay que averiguar todo respecto a tasas de interés y cargos adicionales. Eso, por lo regular, va en letras pequeñas”, comenta.
El asesor financiero Eduardo Palacios Lima desaconseja el uso de tarjetas de crédito, pues tales deberían usarse solo para afrontar gastos imprevistos. “Lo mejor es haber ahorrado durante todo el año para hacer compras de Navidad”, apunta.
Vidal Girón, además, recomienda esperar a enero para comprar ciertos productos como ropa o aparatos electrónicos, pues hay mejores ofertas que en diciembre.
